Javier Villegas Orpinela

Para Tonella Luken un mejor y más adecuado estado de Derecho habrá de generar mayor confianza y deberá impulsar mejores condiciones para la inversión y el desarrollo de la comunidad.

Mediante estos tres factores podrán satisfacerse las crecientes necesidades de producción.

Las nuevas inversiones provenientes del extranjero, producto de la relocalización de cadenas productivas, podrían pasar de largo en México y en Sonora ante la falta de una política industrial nacional y estatal.

En el primer debate presidencial, que de debate tuvo muy poco, las acusaciones de corrupción estuvieron al por mayor, sobre todo de Claudia Sheinbaum contra Xóchitl Gálvez y viceversa, lo cual era de esperarse.

En Sonora la conectividad está en construcción al igual que lo relativo a las plataformas marítimas.

La solución para tener un dinamismo (constante y sostenido) más allá de un 5% anual, es acomodar los principales ingredientes que hagan factible la ansiada reactivación económica estatal.

El precio del litio ha retrocedido más de 80% en los últimos doce meses.

Los niveles de agua en todo el Estado están casi en el límite inferior, por lo que los proyectos de desalinización toman fuerza incluido el de Peñasco.

Ciudad Obregón detenta el 76% de la población municipal y entre las comisarías, las delegaciones y las localidades, completan el 24% restante.

Por décadas López Obrador ha hecho política los siete días de la semana y sólo se desconecta cuando está dormido; y duerme poco.

Las iniciativas de reforma del Gobierno federal se ensañan contra el sector minero y también con otros rubros del ramo industrial, según el plan de suspender las concesiones a cielo abierto.

Tanto ruido hace el paquete reformista, que la incertidumbre en el País se expande y las expectativas económicas se deterioran.

Los problemas de inseguridad pública no ceden y la incertidumbre política interna la alimenta el Presidente casi todos los días.

Sonora estuvo en el paquete de las 28 entidades con números rojos. De todas formas el tropiezo fue de apenas medio punto porcentual.

¿Qué hacer entonces para prevenir las desigualdades y la hambruna en el mundo? ¿Cómo quitarnos la “maldición” de la progresión geométrica?