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Doctor Psiquiatra

Una semana de locura se vivió, políticamente hablando, en Baja California.

Una semana de locura se vivió, políticamente hablando, en Baja California.

Un coctel de la política real que desnudó a sus funcionarios, sin matices, sin envoltura.

Un gobernador que venía atizando fuego contra el alcalde de Tijuana, con anterioridad.

Pero el enfrentamiento escaló en su máximo nivel en tan solo unas horas. Luego de los señalamientos de Arturo González Cruz, en contra del sub secretario de Gobernación, Ricardo Peralta y del propio Jaime Bonilla Valdez.

La relación quedó reducida a cero. Un pleito cantado entre ambos funcionarios, que se hizo públicamente explícito, a través de las redes sociales.

La inteligencia, decencia y pudor se vino abajo. Se hizo política sin filtros, con acusaciones mutuas. Pero también con señalamientos y similitudes con enfermedades mentales.

Salió al escenario el secretario de Salud, Alonso Oscar Pérez Rico, haciéndola de doctor psiquiatra. Diagnosticando al presidente municipal, con trastorno bipolar.

Situación que se convirtió en noticia nacional.

Quién gana o quién pierde es difícil saberlo. Es difuso lo que representa perder para alguien, como el gobernador Bonilla, a quien no le importa mucho su capital político, según se puede observar. De su triunfo de senador a mandatario estatal ha perdido miles de votos y simpatías.

A nivel nacional hay un acumulamiento de derrotas, desde enfrentamientos con secretarios de estado, hasta con los ministros de la Corte, donde no dan una.

A nivel local, podría verse como un riesgo para MORENA, de cara al próximo proceso electoral, pero como la oposición está bocabajeada, se pueden dar el lujo de ésto y más.

El titular del Ejecutivo estatal seguirá abriendo frentes a diestra y siniestra sin que nadie le diga nada, sin contrapesos, desde la comodidad de su estudio informativo y las redes sociales.

Pero no solo eso, la semana pasada su secretario de Salud, Pérez Rico fue puesto en el ojo del huracán por presuntas ilegalidades cometidas cuando era jefe de Prestaciones Médicas de la delegación Regional del IMSS.

Fue demandado penalmente ante la Agencia del Ministerio Público Federal con sede en Ensenada, el pasado 17 de agosto.

Las acusaciones fueron realizadas por Ramón Alejando Treviño Avalos, Alejandro Treviño Fisher y David Galván Torres, propietarios de la empresa Hemodiálisis del Noroeste.

A ellos, de acuerdo a la demanda penal, tanto Pérez Rico como Miguel Ángel Ruvalcaba Molina empleado del IMSS, les ofrecieron ganar una licitación para subrogar el servicio de hemodiálisis del Seguro Social en Baja California.

A cambio pidieron 100 mil dólares de una supuesta fianza que depositarían y el 10 por ciento de acciones en la empresa que se crearía para la prestación de dicho servicio.

Expediente que es revisado en el Ministerio Público Federal radicado en Ensenada.

Los ofendidos aseguran que hicieron video llamadas con Pérez Rico, desde el teléfono de Miguel Ruvalcaba, sobrino del diputado local David Ruvalcaba.

Bonilla y Pérez Rico negaron los hechos, pidieron una investigación a fondo y de nueva cuenta el mandatario estatal protegió a su colaborador, quien el 14 de diciembre pasado fue denunciado ante la secretaría de la Honestidad por supuestos moches contra las empresas Greminun y LogMed, las cuales no procedieron, pero ahí quedó la querella.

El doctor psiquiatra no se auto analizó, durante la presentación de datos de salud realizado el jueves pasado.

Aquí no hubo trastorno bipolar, ni conducta maniaco depresiva. Sólo hubo espaldarazos y palabras bonitas. La verdad sea dicha. * La autora es directora del portal MF Noticias Mexicali.

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