Desayuno en la mañanera de AMLO: La polémica por huevo y bolillo, un platillo común en México, que desató la furia de Joaquín López-Dóriga

CIUDAD DE MÉXICO.-Durante la conferencia matutina del pasado viernes, el presidente Andrés Manuel López Obrador organizó un encuentro con los comunicadores que cubren sus mañaneras y su agenda diaria. Este evento, que pretendía ser un espacio de acercamiento y convivencia, se vio envuelto en una polémica debido al desayuno que se les ofreció a los periodistas: un huevo y un bolillo.

Contexto del desayuno: Huevo y bolillo

El desayuno ofrecido en la conferencia presidencial, compuesto por un huevo y un bolillo, es una opción muy común y tradicional en México. Este platillo es apreciado por su sencillez, accesibilidad y valor nutritivo. El huevo, conocido por ser una excelente fuente de proteínas, además de contener vitaminas y minerales esenciales como hierro y zinc, es un alimento fundamental en la dieta de millones de mexicanos. Su versatilidad lo convierte en una opción fácil y económica para iniciar el día con energía. El bolillo, un pan crujiente por fuera y suave por dentro, es el acompañamiento clásico en muchos desayunos mexicanos. Rico en carbohidratos, complementa el aporte energético del huevo, creando un dúo nutritivo y accesible.

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La furia de Joaquín López-Dóriga

La elección de este sencillo desayuno no pasó desapercibida para los críticos del presidente. Joaquín López-Dóriga, uno de los periodistas más conocidos de México, expresó su descontento a través de sus redes sociales. En X, anteriormente conocida como Twitter, López-Dóriga retuiteó mensajes que calificaban el desayuno como una muestra de “muertos de hambre”. En uno de sus propios mensajes, escribió: “Al terminar la mañanera con sus yutuberos que corearon de pie que es un honor estar con Obrador les tiraron este generoso desayuno. Lo que se merecen”, acompañado de emojis de caras vomitando.

Estas críticas fueron interpretadas por muchos como una reacción desmedida y clasista, considerando que el huevo y el bolillo forman parte del desayuno cotidiano de millones de mexicanos. Los comunicadores que participaron en el evento defendieron la comida, asegurando que no les importaban los comentarios despectivos y calificaron de clasistas y racistas a los detractores. Además, señalaron que el desayuno estuvo muy rico y que es una de las comidas más comunes en el país, algo que López-Dóriga y otros críticos parecían ignorar o menospreciar.

Reacciones y debate en redes sociales

El incidente desató un intenso debate en redes sociales. Mientras que los simpatizantes del presidente defendían la sencillez y la autenticidad del desayuno, los opositores lo consideraron una muestra de desprecio hacia los comunicadores.