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Personalidades

“Lo que Juan dice de Pedro, dice más de Juan que de Pedro”, esta frase la hemos escuchado a lo largo de muchos años y ha marcado la pauta en el actuar de muchas personas. 

“Lo que Juan dice de Pedro, dice más de Juan que de Pedro”, esta frase la hemos escuchado a lo largo de muchos años y ha marcado la pauta en el actuar de muchas personas, sin embargo, la reputación no solo es la opinión de la gente o del público en general si no la manera en la que desarrollamos nuestras acciones y estrategias a lo largo del tiempo.

Esto nos permite formar una trayectoria que, mediante una serie de acciones, circunstancias y alguna que otra ayuda espontánea o planeada posteriormente se convertirá en una reputación. Nuestra actualidad ha moldeado la imagen pública a capricho de percepción, diversificando sus valores en dos personalidades, la personalidad en redes sociales y la personalidad presencial.

Si bien este suceso ya lo veníamos observando previo a la pandemia, se ha fortalecido y casi institucionalizado en esta época post pandémica, hemos desarrollado una personalidad distinta detrás del monitor o el celular que nos ha vuelto más fríos ya que consideramos en algunos casos que tenemos más control de nuestro entorno.

Sin embargo, es importante analizar qué sucede cuando esta personalidad digital o impersonal no coincide con la personalidad física, nuestra reputación comienza a sufrir los daños de este alter ego. Una frase que utilizo muy regularmente tanto en este tema como en la vida es que “te tiene que checar el audio con el video”, hablando coloquialmente de la importancia de tener concordancia y ser la misma persona en cualquier momento de nuestras vidas.

Ser de una sola pieza nos permite crear una identificación con nuestro entorno y solidificar nuestra presencia ante cualquier público, bajo el entendido de que lo que ves es lo que hay, y es así como debemos conducirnos si buscamos crear una reputación, de cualquiera que sea nuestra intención, positiva o negativa.

En fin, abordar este tema es abrir la puerta a muchas inquietudes o demonios, pero sobre todas las cosas es divertido, nos genera dudas sobre si somos esa persona a la que me refiero, o si realmente estamos comunicando lo que queremos comunicar. Otro gran tip al momento de enfrentar esta disruptiva circunstancia es analizar si lo que publicamos en redes sociales lo podemos sostener frente a frente, o si al momento de publicarlo tenemos suficiente calidad moral para evitar el denominado “rebote” como en las dietas.

Una materia sin duda interesante, particularmente después de leer durante estas pasadas semanas tantos y nutridos comentarios en redes sociales sobre el álgido andar de baja California, entre los que encontramos conciertos, activistas, políticos, pero sobre todas las cosas encontramos personalidades. La pregunta es cual encontraremos al toparlos de frente.

Hagamos de nuestra personalidad una herramienta, que busque crear una reputación y fortalecernos en nuestro andar cotidiano, generando aceptación, pero sobre todo el respeto de nuestros colaboradores. Esta labor nos permitirá un mejor funcionamiento, pero sobre todo un posicionamiento adecuado en el entorno en el que nos desenvolvemos para obtener el crecimiento que nos merecemos.

*- El autor es empresario, publirrelacionista y presidente de PRORP en Baja California.

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