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La militarización del País

Algo que López Obrador criticaba de los anteriores gobiernos, era el tener a los militares en las calles, prometiendo que como presidente, estarían acuartelados.

Algo que López Obrador criticaba de los anteriores gobiernos, era el tener a los militares en las calles, prometiendo que como presidente, estarían acuartelados. En lugar de hacerlo, a esos que antes llamaba “violadores de derechos humanos” y cómplices del narco, les ha entregado el país, arrodillándose frente a la militarización. Una infamia y enorme traición para todos los que votaron por él.

Sin consultar a nadie, como si fuera dueño del país, López, les entregó la Guardia Nacional, cargos en el Gobierno Federal, Secretarías de Seguridad y Fiscalías en gobiernos de Morena, y policías municipales. Y si esto fuera poco, los ha insertado en sus megaproyectos, donde cobijados con la impunidad, dejan pasar actos de corrupción, contratos ilegales, empresas fantasmas, como en el aeropuerto Felipe Ángeles que ellos mismos construyen, con la promesa que van a disfrutar de las utilidades. Es el doble discurso, la doble cara y la doble moral.

Así, aquel que llegó a decir que si por él fuera desaparecería al Ejército en tres años, hoy les ha entregado todo el poder. Tienen a su cargo el Tren Maya, controlan las aduanas del país. La Marina se encarga los puertos, y la supervisión de la empresa que administra el corredor interoceánico. El presidente que se llenaba la boca diciendo que era pacifista, resultó ser el más militarista en los últimos 70 años. Les da negocios y cargos en el gobierno, son quienes distribuyen los medicamentos, la siembra de árboles, el combate al robo de combustible, la distribución del gas bienestar, les duplica el presupuesto y los exime de enfrentarse a las bandas de delincuentes en Michoacán y otros estados, mientras los pobladores tienen que huir para salvar sus vidas. La apuesta de López Obrador al entregar a los militares el país además de ser sumamente peligrosa es anti democrática, es la entrega de la sociedad a un poder que impone, que no escucha, y lo que es peor, que reprime. La estructura militar es vertical, se rige por una cadena de mandos: Las cúpulas mandan y los de abajo obedecen, y cuando no lo hacen lo pagan.

Esta situación extremadamente peligrosa, propia de dictaduras, nos debe hacer recapacitar. No se trata ya solo de problemas de inseguridad, desempleo, pobreza, falta de medicamentos, de por sí tan graves y sin resultados; la militarización son palabras mayores, de terribles consecuencias para la sociedad. No podemos seguir indiferentes o cruzados de brazos. Lo vuelvo a reiterar: Tenemos una única y enorme oportunidad de deshacernos de éste pésimo presidente. Convencer a más mexicanos de participar en la revocación de mandato el próximo 10 de abril, votando para que deje el cargo.

Hay quienes de entrada y sin argumentos se dedican a invalidar este proceso, reconocen que el país va muy mal y que López es lo peor que hemos tenido, pero curiosamente, “aconsejan” no participar en este ejercicio democrático y legal a cargo del INE que todavía es independiente…

Entonces nos preguntamos ¿Será que tienen cola que les pisen? Ó ¿pactaron con López para obtener “beneficios” personales futuros a costa de la destrucción de nuestra Patria?

¡Mujer Mexicana forja tu Patria!

*- La autora es consejera familiar.

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