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El Imparcial / Tijuana / Tijuana

Hay una niña fantasma en la casa de la cultura

Se le escucha caminar por las escaleras de madera, tocar el piano e incluso azotar las puertas cuando está enojada

Tijuana BC.- Todos los días el fantasma de una niña aparece en los pasillos de la Casa de Cultura de la colonia Altamira, a quien se le escucha subir y bajar por las escaleras de madera, tocar el piano, incluso azotar las puertas cuando está enojada.

Luis es uno de los trabajadores que más ha tenido contacto en los últimos meses con la pequeña, a quien colocará una ofrenda de dulces y panes para pedirle que deje de asustar a las personas.

Si alguien en la noche la molesta, la niña se expresa muy molesta tocando las notas del piano. Cuando está alegre toca el piano sin interrupciones”

Describió.

Luis relató que el miedo se apodera de él, especialmente en las madrugadas cuando está solo en la Casa de la Cultura y sin explicación se azotan las puertas, entre ellas la del salón 301.

“Una vez me fijé que estaba solo, eran las seis de la mañana, se escuchó un ruido y me di cuenta que la niña se había enojado por algo. Solo pasé al salón a dejarle su ofrenda”, expresó.

La verdad de la niña

La niña fantasma se llama Teresita Esquivel Navarrete, quien a la edad de tres años murió al aventarse de un ventanal del tercer piso de la entonces escuela Álvaro Obregón.

De acuerdo a reportes informativos del 26 de noviembre de 1956, la infante estaba jugando en el salón 301 cuando se acercó a una ventana y sin querer se lanzó al vacío.

“El desgraciado suceso ocurrió a las 9:50 horas, cuando la madre de la pequeña, señora Elena Navarrete de Esquivel, se encontraba matriculando a su otra hija, de ochos años de edad”, se lee en la nota disponible en el Archivo Histórico de Tijuana.

“Se nos informó en el mencionado centro escolar que, mientras la señora Esquivel, estaba ocupada con una empleada de la escuela, la niña se recargó en una ventana tipo balcón y esta accidentalmente se abrió. La pequeña se precipitó al vacío, estrellándose en el suelo”, agrega en documento.

Hilario Castillo Castillo, coordinador del Archivo Histórico, expuso que este tipo de hechos enriquecen la propia historia de la ciudad y despiertan la curiosidad de las nuevas generaciones.

“La niña se llama Teresita Esquivel Navarrete y a raíz de ese acontecimiento trágico, por supuesto, se ha venido platicando lo que ahora se ha convertido en leyenda, que se escuchan pasos de la niña cuando hay silencios, sobre todo en el salón 301. Además, se mueven algunas cosas, de un de repente alguien está tocando el piano”, declaró.

Patrimonio Cultural

Castillo Castillo dijo que la Casa de Cultura como patrimonio cultural de Tijuana envuelve todo tipo de historias de trabajadores y maestros que aunque no murieron ahí su espíritu se manifiesta entre las notas de los instrumentos musicales o el golpeteo de las puertas.

“La labor del Archivo Histórico es preservar la memoria colectiva, la memoria histórica, porque esto te genera identidad, sentido de pertenencia. Los periódicos, la hemeroteca son patrimonio en Tijuana y tener este tipo de acontecimientos

ayudan a rememorarlos este y otros y puedes darte cuenta de la evolución de actividades comerciales, empresariales, urbanísticas, políticas, etcétera. Siempre viene a la memoria el acontecimiento pasado”, destacó.

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