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Los dragones campeones

Cuando los Dragones de Tijuana lograron el cetro del Circuito Superior de Básquetbol, la directiva no escatimo en gastos y lograron parar un verdadero trabuco.

Cuando los Dragones de Tijuana lograron el cetro del Circuito Superior de Básquetbol, la directiva no escatimo en gastos y lograron parar un verdadero trabuco.

Tony Delgado fue el coach del conjunto y alternaba su trabajo en la banca, haciéndola de gerente en La Cueva del Dragón, un lugar que estuvo muy de moda, precisamente por sus Martes Vaqueros.

Alfonso Erdmann, hombre de todas las confianzas del propietario del equipo, Ricardo Gibert Herrera, tenía muy buenos contactos y relaciones en el ambiente del básquetbol.

Los billetes lograron convencer a Arturo Guerrero, el Mano Santa y Antonio Ayala, que en muchas ocasiones defendieron la camiseta de la selección nacional.

Guerrero, uno de los mejores canasteros en la historia del deporte ráfaga mexicano había jugado en el básquetbol de Yugoslavia, pero accedió a jugar para los Dragones.

Después de aquella corona de los Dragones siguió jugando para otros conjuntos y ya retirado, llegó a ser presidente de la Alianza de Básquetbol, una organización que nació por los problemas que desde hace tiene el baloncesto nacional con las autoridades deportivas.

La última vez que vimos al Mano Santa fue en Monterrey, como presidente de la Alianza, sancionando el baloncesto de la máxima fiesta del deporte infantil y juvenil de México, la Olimpiada Nacional, llamada ahora Juegos Nacionales Conade.

Como las cosas no se han resuelto, Jorge Toussaint, el Pachuco sigue siendo el presidente de la Federación Mexicana de Básquetbol, reclamando, además del reconocimiento, que le entreguen los presupuestos que no ha recibido desde hace años.

Los Dragones se hicieron de los servicios de Paul McKraquen, quien jugaba para los Pozoleros de Guadalajara, una quinteta comandada por Adolfo Sánchez, quien todavía seguía activo hasta las primeras campañas de los Zonkeys de Tijuana, dirigiendo en el Circuito de Baloncesto de la Costa del Pacífico.

Como ya habíamos apuntado, el CSB sólo aceptaba dos extranjeros por equipo y el otro era Marcellius Starks, con un mexicoamericano, Mike Contreras, de indudable categoría.

Con esa quinta había para darle espectáculo a los aficionados, que noche a noche abarrotaban el Auditorio Municipal, sin importar quienes eran los rivales de los escupefuego.

Con una gran campaña, los Dragones llegaron a la final, en la que se enfrentaron a los Panteras de Aguascalientes, que en sus filas tenían a Marvin Brown y Sam Jones, dos de los extranjeros más rentables de todos los que vinieron al CSB.

Y una afición muy brava, que arrancó pedazos de cemento del gimnasio donde se enfrentaron Panteras y Dragones, lanzándolos a la banca donde estaba el conjunto de Tijuana, además de monedas de veinte centavos, los de antes y nos consta, pues acompañamos al equipo en ese viaje.

Cuando jugaron la final, a tierras hidrocálidas viajaron el Mocho Ernesto Gómez y Luis Fernando Wong, de quien dicen, había nacido en la ciudad de Tijuana, pero poco tiempo estuvo por estas tierras.

Hasta aquí llegan los Apuntes…por hoy, seguiremos haciendo memoria sobre los mejores años del básquetbol de Tijuana, pero recuerden seguir usando cubreboca y gel antibacterial, además de guardar la sana distancia.

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