Cacería en Sonora lidera por su impacto ambiental y económico

PRIMERA DE TRES PARTES

Sonora es líder nacional en ranchos cinegéticos que han logrado recuperar fauna como el borrego cimarrón y han impulsado la economía regional, sin embargo, la cacería que se practica divide opiniones a nivel nacional e internacional.

Quienes se han dedicado durante años a desarrollar estos ranchos cinegéticos defienden la cacería legal como una actividad que ha ayudado a la conservación de especies animales y a generar una derrama económica importante en varios puntos del Estado.

“No es una labor de crimen, como nos quieren tachar, es una labor de mantenimiento de fauna que ya no existía y se ha logrado a base de mucho esfuerzo, de mucho trabajo, crecer, por eso a veces nos desespera que la gente nos vea mal. Somos protectores de la fauna”, destaca el presidente de la Asociación de Ganaderos Diversificados y Criadores del Estado de Sonora (Agades), Carlos Francisco Quiñones Maldonado.

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La cacería es una práctica milenaria que se desarrolla en diferentes lugares del mundo y en México desde 1995 se lleva a cabo dentro de los predios que se encuentran registrados como las Unidades de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMA's).

Con la reintroducción y repoblación de animales en la vía libre y UMA’s, las autoridades y propietarios de ranchos cinegéticos han logrado posicionar a Sonora en el primer lugar en México por el número de ranchos cinegéticos que existen, que son mil 943.

Además de esto, el Estado está dentro de los tres primeros lugares por la cantidad de especies de fauna que se cazan y la superficie de hábitat que se encuentra bajo el esquema de conservación y manejo, al abarcar el 42% del total del territorio en la entidad.

Gracias a los rancheros la población de animales ha aumentado de manera exponencial”, destaca José Vicente Contreras Pavlovich, quien aprendió la cacería desde pequeño al lado de su padre y ahora tiene un rancho cinegético a donde acuden cazadores de diferentes lugares. 

RECUPERAN BORREGO CIMARRÓN

En Sonora hay una población de alrededor de 10 mil borregos cimarrón, lo que significa un crecimiento de casi seis veces en 20 años, mientras que en el venado bura, que es la especie más demandada por los cazadores el incremento es superior al 100%.

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Los miembros de la Agades han trabajado en la conservación de la fauna y la repoblación en diferentes puntos del Estado en forma grupal e individual para llevar a cabo un aprovechamiento sustentable.

El presidente de la Agades explica que hoy día cuentan con 250 miembros en la asociación y todos son ganaderos que tienen UMA’s, lo que los lleva a ser protectores de la fauna silvestre.

El año pasado realizaron censos del venado bura y del borrego cimarrón, agrega, y además se les colocaron cintillos para saber dónde están porque cada dos años revisan la población que dispone cada rancho cinegético para llevar a cabo una explotación sustentable.

Agades ha participado mucho en la repoblación de animales en el Estado. Se ha repoblado mucho en distintas partes, hace un año en el Nacapule (San Carlos) se soltaron algunos borregos y borregas cimarrones, así se han estado haciendo varios programas de población en distintas partes, al venado bura se le ha mejorado genéticamente. En síntesis, es protección a la fauna”, resalta.

Los rancheros, dijo, están obligados a la protección animal porque representa un ingreso adicional como ganaderos y una mejor calidad de vida para las personas que dependen de la actividad pues en una semana los cocineros y guías pueden llegar a ganar hasta 3 mil dólares por cuatro días de trabajo por el sueldo y las propinas.

Productores sonorenses han conseguido transformar sus ranchos ganaderos en cinegético como Javier Artee y esa diversificación ha contribuido en incrementar las especies en gran parte del territorio estatal.

Platica que desde pequeño empezó a practicar este deporte al lado de su padre y actualmente trabaja en paralelo en la recuperación de las especies en la vía libre de manera individual.

UMA’S SE TRIPLICAN

Durante el proceso de descentralización de las dependencias a cargo de la cacería y equilibrio ecológico, a finales de los años ochenta se tenían registradas 623 UMA’s, que abarcaban 3 millones 829 mil 216 hectáreas.

Después de ese cambio y durante los últimos 16 años, el registro de las UMA’s aumentó de forma paulatina a más de mil 700 predios, lo que representa una superficie de más de 7 millones 500 mil hectáreas, es decir, el 42% de la superficie total de la entidad.

Según la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Recursos Hidráulicos, Pesca y Acuacultura (Sagarhpa) la derrama económica que genera la actividad cinegética en Sonora se calcula entre 30 y 35 millones de dólares por año sólo por la venta de los permisos de caza.

Las especies de mamíferos contribuyen con el 90.84% del total de ingresos, mientras que las aves representan el 9.15% restante, de acuerdo a datos de la dependencia estatal.

Aunado a eso, se estima que las dependencias de los gobiernos federal y estatal obtienen ingresos cercanos a los 150 mil dólares al año de pagos de derechos por el cintillo de cobro cinegético, permiso de importación temporal de armas de fuego y expedición de certificados Cites.

La Sagarhpa aclaró que la derrama por la venta de animales, propinas que reciben las personas que participan en la caza deportiva como guías, cocineras, mochileros, choferes, así como otros gastos son aparte a las ganancias que obtienen los gobiernos.

Las expectativas de los productores para la temporada de caza en la entidad, que inició el 26 de noviembre pasado, son mejores a las del año pasado que resultaron históricas por el cierre de algunos países a causa de la pandemia por Covid-19.

En el ciclo de caza 2020-2021, acudieron cerca de 7 mil cazadores de diferentes partes de Estados Unidos, Canadá y del País y ahora se estima que en total arribarán 9 mil, es decir 2 mil más.

De acuerdo con la Agades, en 2019-2020, se concentraron unos 6 mil cazadores en los ranchos cinegéticos que se ubican a lo largo del Estado para cazar desde aves hasta el borrego cimarrón, que era la cifra promedio por temporada.

Los propietarios de los ranchos cinegéticos tienen vendidos gran parte de sus animales para esta temporada a los extranjeros, en su mayoría de Estados Unidos y Canadá, quienes representan el 90% del total de los cazadores que acuden al Estado.

Las familias y los vaqueros de los ranchos también anhelan la llegada de esta época, por la derrama económica que genera y la carne que obtienen en los tres meses que dura la actividad.

El éxito de los ganaderos y quienes se dedican a la crianza de fauna silvestre en la entidad, radica en el empeño que le pone cada uno en el cuidado animal.

El Estado está dentro de los primeros lugares a nivel nacional en la ganadería y por la población de sus especies silvestres debido a las inversiones que aplican en sanidad animal, así como en la infraestructura para crear bebederos a lo largo de los ranchos donde están cautivos para que no mueran de sed como antes, según Agades.

En los ranchos cinegéticos de la entidad hay una gran variedad de animales que son permitidos para su caza, entre los que destacan el borrego cimarrón, los venados bura y cola blanca, así como pecarí de collar, coyote, gato montés, zorra gris, liebres y conejos.

El borrego cimarrón es una de las especies más emblemáticas y codiciadas en el Estado, su caza inició el 26 de noviembre y finaliza el 20 de marzo de 2022, mientras que para otras especies su temporada cierra en febrero, marzo y otras en mayo.

El número de cintillos expedidos de borrego cimarrón en la temporada 2015-2016 cerró con 156 y en 20202021 subió a 242, lo que refleja una mejoría en su población tras la reintroducción y repoblación realizada por el Gobierno federal.

EN SONORA

AVES: 13

MAMÍFEROS: 12

MAÑANA... EL GUSTO POR LA CAZA