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El Imparcial / Hermosillo / Alcoholismo

Diseñadora de moda supera adicción al alcohol con Alcohólicos Anónimos

Ana Silvia ‘N’, diseñadora de moda, tras años de lucha supera su adicción al alcohol con Alcohólicos Anónimos. Encontró apoyo y renovación en el programa, ahora inspira a otros a buscar ayuda.

Ana Silvia ‘N’, diseñadora de moda, tras años de lucha supera su adicción al alcohol con Alcohólicos Anónimos. Foto de archivo.

HERMOSILLO, Son.- Cada vez son más los profesionistas que reconocen sus problemas con el alcohol y que encuentran en Alcohólicos Anónimos (AA) una solución, uno de estos casos es Ana Silvia “N.”, de 41 años de edad.

Explicó que ella es propietaria de un taller de diseño de vestidos de noche, cuenta con dos trabajadoras, egresó de la escuela de Diseño de Modas de una universidad privada y cuando parecía que su vida iba de viento en popa el alcohol llegó y por poco la destruye.

La primera vez que tomé un bote de cerveza fue a mis XV años, fue mi cumpleaños y mi hermano más grande me invitó a salir, con un bote me emborraché, con un bote al siguiente día estaba vomitando”, recordó.

En un inicio pensó que la cerveza no era para ella, pero al ser una bebida que tenía al alcance en su natal Navojoa, donde se usa mucho para socializar siguió bebiendo hasta que se casó.

Tuve un periodo de abstinencia de diez años, me casé mi esposo no tomaba, tuve a mis hijos y no tomé, pero durante la separación de mi esposo el papá de mis hijos, ahí empieza otra vez, digamos mi vida liberal, me sentí libre, me sentí joven”.

“Y empiezo a salir el mundo que había dejado en pausa lo empiezo a conocer aquí en Hermosillo, me sentí autosuficiente”, declaró.

La cerveza la consideraba como un premio a su esfuerzo, luego porque tenía ansiedad, al grado que llenaba los termos con “cheve” mientras hacía sus quehaceres diarios y a partir del viernes bebía de manera descarada e invitaba sus empeladas a consumir con ella.

Después vino una segunda relación para Silvia que resultó ser muy tóxica para ella ya que, asegura, quería moldear a su pareja a su tiempo, forma de ser y al final se separarían.

“Voy con la psicóloga y me dice que no podía hacer nada por mí, me manda con el psiquiatra y el psiquiatra me da medicamento para calmarme los niveles de ansiedad, pero me dice que no se podía mezclar con el alcohol”, expresó.

Pero al no poder dejar la cerveza la mezcló con el medicamento, el psiquiatra le advirtió que la ingresaría a la Cruz del Norte si lo seguía haciendo y la mandó a Alcohólicos Anónimos.

Al estar en las pláticas reconoció su problema con el alcohol, empezó a tener tranquilidad y a conocerse como persona, que era una mamá que no hacía sus funciones y empieza retomar las riendas de su vida para recuperar el tiempo perdido.

Su vida en el trabajo también la cambió, ahora una de sus trabajadoras la acompaña a Alcohólicos Anónimos. Y cada vez que observa a una persona alcoholizada piensa que así se veía ella, como una persona que no controlaba sus emociones.

Este próximo 10 de junio se celebra que el Dr. Bob, el fundador de Alcohólicos Anónimos, se tomó el último trago y fundó esta agrupación que trabaja a nivel mundial.

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