Expertos proponen arborización para enfriar islas de calor en Hermosillo

HERMOSILLO, Sonora.- La arborización y la construcción sostenible son las únicas formas de reducir las islas de calor urbanas que se producen en Hermosillo, indicó el ecólogo y consultor de medio ambiente, Carlos Encino Miranda.

De acuerdo con el especialista, una isla de calor es un punto donde la temperatura es más alta con respecto a sus áreas circundantes, siendo el Centro de Hermosillo una de las islas de calor más conocidas en esta capital sonorense.

Las islas de calor urbanas se generan debido a que, expuso, cuando la mancha urbana crece, requiere cemento y concreto que para ocupar el espacio que tenía originalmente el suelo natural, el cual cumple la función de absorber el calor.

Los árboles nativos son sobre todo una solución, ya que esto baja los niveles de gases tóxicos como el dióxido de carbono, además da sombra y baja hasta cinco grados la temperatura y lo principal es una arborización con árboles nativos”, apuntó.

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Una efectiva movilidad urbana, sostuvo, también es importante para la disminución de este fenómeno, pues mientras exista una buena movilidad urbana, hay menos contaminación y menos calor.

Con solo reducir los tiempos de espera de camiones a la mitad, se propicia que haya más gente que use medios de transporte alternativos en lugar de automóviles, abundó.

A esto se le suma que la actividad humana es otro factor que incrementa por el flujo de vehículos de todo tipo y el encendido de motores, además de las personas concentradas y edificaciones”, mencionó.

Algunos puntos específicos de la ciudad, expuso Encino Miranda, como los bulevares Solidaridad, Morelos, Reforma y Veracruz, son islas de calor permanentemente encendidas.

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Los árboles nativos son sobre todo una solución, ya que esto baja los niveles de gases tóxicos como el dióxido de carbono, además da sombra y baja hasta cinco grados la temperatura.

Una actividad efectiva para reducir la temperatura de edificios y casas podría ser la implementación de techos verdes, usando especies nativas de vegetación como plantas rastreras para colocarlas sobre los tejados de las viviendas, una cúpula sobre la ciudad con aire más caliente que a su alrededor, lo cual genera una sensación térmica mayor en los espacios exteriores, manifestó Laura Mercado Maldonado.

La arquitecta, quien ha realizado trabajos académicos sobre este tema para la Universidad de Sonora (Unison), indicó que existen dos tipos de islas de calor urbanas, la superficial, que se refiere a la capa inmediata del suelo y se caracteriza por ser más intensa durante el día, y la atmosférica, la cual involucra también la capa de aire donde se vive desde el suelo hasta la máxima altura de los edificios.

El desierto tiene grandes capacidades de transferencia de calor y liberación del mismo”, detalló, “por lo que si la temperatura aire se eleva, la superficie en contacto también y viceversa”

De acuerdo con su publicación “Morfología de isla de calor urbana en Hermosillo y su aporte hacia una ciudad sustentable”, este fenómeno impacta a las comunidades al necesitar un elevado costo de energía para enfriamiento interior, lo que provoca una sensación térmica mayor en el exterior.

Esto quiere decir que la energía consumida para enfriar un edificio se traduce en calor emitido hacia el exterior, aumentando la temperatura del aire y en consecuencia, provocando sensaciones térmicas mayores a las climáticas.

ESTUDIO

En su trabajo, Mercado Maldonado presentó resultados extraídos en ocho estaciones fijas colocadas en Hermosillo durante el verano, así como tres ejes distribuidos en las principales vialidades dentro de la mancha urbana.

Estos ejes fueron establecidos del inicio de la carretera 15 hasta el fraccionamiento Pueblitos, de la carretera 15 hasta el cruce de bulevar Morelos y Progreso, y del bulevar Luis Encinas en Periférico Oriente hasta el comienzo de la carretera 26 frente al Aeropuerto.

La zona conurbana y Sur de la mancha urbana registran temperaturas de 38 grados centígrados (°C), mientras que en la ciudad la más alta se da en 42°C en el bulevar Luis Encinas y Solidaridad, uno de los ejes principales de la ciudad con mayor volumen de tránsito vehicular y, debido a su escasa vegetación y cantidad de edificios y pavimento, destaca como el punto máximo de temperatura del aire y superficial.

INFRAESTRUCTURA VERDE

Karina López Ivich, maestra en Ingeniería Ambiental y Economía en Políticas Públicas, dijo que al tratarse de zonas urbanas donde predomina la infraestructura gris, es posible disminuir su temperatura superficial con infraestructura verde.

“Para evitar este fenómeno puede usarse infraestructura verde, como paredes de cemento que se cubren con una capa de follaje con enredaderas o arbustos que absorban el calor de la infraestructura gris”, sostuvo. Otros especialistas han declarado que este fenómeno genera estrés entre la población por la sensación de calor.

Carlos Encino Miranda, Ecólogo y consultor de medio ambiente.

Karina López Ivich, maestra en Ingeniería Ambiental y Economía en Políticas Pública.