El arte de envejecer saludablemente

Demencia senil, incapacidades motoras, problemas de memoria o dificultad para ver, oír o escuchar, son parte de los grandes males revelados con el incremento de la esperanza de vida en los países de América Latina.

Con el desarrollo de la neurociencia cognitiva para identificar y entender los biomarcadores en el envejecimiento patológico, ese que acarrea regularmente este tipo de padecimientos, se podría alcanzar un envejecimiento saludable en un futuro cercano.

María Antonieta Bobes León, jefa del Departamento de Neurociencias Cognitivas, del Centro de Neurociencias de Cuba, asegura que hay avances significativos, sobre todo porque existe una preocupación de atender a este grupo demográfico a vivir de una mejor manera.

En México, se estima que para el 2025, cerca del 30% de la población será parte del sector mayor de 60 años de edad, por ello que el impulso en los últimos años en este campo de investigación debe acelerarse.

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En entrevista para

, Bobes León asegura que este problema tiene un alto costo para la sociedad, las familias de los adultos mayores y el sistema de salud, pues requieren de cuidados especiales por sus condiciones.

El reto en el desarrollo de la neurociencia cognitiva aplicada al envejecimiento es enfrentar el problema de manera sostenible y encontrar finalmente los marcadores biológicos del envejecimiento patológico.

“Hay dos formas de envejecer, y es con discapacidad física o cognitiva, y ambas tienen un costo muy alto, pues dejan de trabajar y tienen que ser atendidos o requieren de la ayuda del sistema de salud”, explica la investigadora.

En la medida que se detecte el envejecimiento patológico del envejecimiento normal, se pueden focalizar esfuerzos a los primeros para impedir el deterioro de sus habilidades, incluso tener terapias preventivas y posteriormente programas de entrenamiento preventivo para todos.

La también coordinadora de Maestría en Neurociencias señala que no existe, hasta ahora, un biomarcador 100% seguro o promisorio, pero sí que hay mucho dinero y mucho trabajo en estos proyectos de investigación para localizarlos próximamente.

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Ya sean proteínas en el líquido cefalorraquídeo, neuroimágenes obtenidas a través de resonancia electromagnética molecular o con estudios neurológicos, todos estos biomarcadores están siendo estudiados para determinar si pudieran funcionar en el desarrollo de medicamentos o tratamientos.

“En este momento hay mucha investigación, muchos recursos y equipo trabajando (…) no veo lejos el momento de que se encuentren esos biomarcadores, y en el Centro de Neurociencias se ha tratado de combinar la ciencia de alto nivel pero muy preocupada por poder revertirla en beneficio para la salud”, explica Bobes León.

Aunque se encuentre un marcador biológico de manera temprana y se desarrollen tratamientos, para que sean una realidad deberán enfrentarse posteriormente a la voluntad política y la accesibilidad que le puedan dar las compañías farmacéuticas a la población en general.

A pesar de que gran parte de los padecimientos asociados a la vejez se relacionan con la genética, existen otros factores que pueden cambiarse para alcanzar una senectud saludable y más cómoda.

Bobes León señala que los estilos de vida, los niveles de ejercicio físico, la dieta e incluso su nivel de educación, son determinantes para mejorar las condiciones personales en la vejez. “En eso sí se puede incidir, al informarle a la gente lo que puede hacer”, dice.

Aunque asegura que la memoria tiene un declive, el nivel de educación “protege”, pues mejora los procesos de razonamiento y lenguaje.

Hasta hoy, Cuba lidera en el avance de investigaciones respecto a la neurociencia. A través del Ministerio de Salud Pública, señala Bobes León, se han canalizado recursos y personal para atender esta nueva problemática: La creciente población de la tercera edad.

-Jefa del Departamento de Neurociencias Cognitivas, del Centro de Neurociencias de Cuba.

-Coordinadora de Maestría en Neurociencias.

-Presidenta de la Sociedad Latinoamericana de Mapeo Cerebral Humano.