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Chichén Itzá iluminada por la Serpiente Lunar

El espectáculo celestial comenzó en la madrugada del 24 de marzo, con la formación de la Serpiente Lunar a las 03:40 hora local.

YUCATÁN.- El fenómeno ancestral de la Serpiente Lunar ha descendido una vez más sobre la majestuosa zona arqueológica de Chichén Itzá, al sur de México, confirmando la dualidad fundamental en la cosmovisión maya. Este acontecimiento, que se produce dos veces al año, se registró este domingo, inundando el sitio con una luz mágica y reveladora.

José Antonio Keb Cetina, custodio de Chichén Itzá con más de tres décadas de experiencia en el seguimiento de los movimientos astrales en el lugar, explicó la importancia de este fenómeno. Según él, los mayas siempre han destacado la dualidad entre el día y la noche, una dualidad que se manifiesta con el Kukulcán Solar por las tardes y la Serpiente Lunar en las madrugadas. Esta dualidad, arraigada en las fuerzas opuestas que se complementan, es una parte fundamental de la cosmovisión prehispánica maya.

El espectáculo celestial comenzó en la madrugada del 24 de marzo, con la formación de la Serpiente Lunar a las 03:40 hora local, exactamente una hora después de que el fenómeno se iniciara. La Serpiente Lunar, compuesta por siete triángulos de luz que brillaban gracias a Uh, la diosa Luna de los mayas, confirmó la presencia de esta dualidad. Según Keb Cetina, esta manifestación de lo sagrado dejado por los antepasados mayas evoca emociones profundas, especialmente al ver al Castillo de Chichén Itzá coronado por la constelación de Escorpión y otras estrellas del firmamento.

El astrónomo y matemático mexicano Eddie Salazar Gamboa, quien descubrió el fenómeno lunar en 1993 junto con el arqueólogo Víctor Segovia Pinto, confirmó que este evento ocurre dos veces al año. Para Salazar Gamboa, este espectáculo ofrece la majestuosidad del Castillo y los triángulos de plata que regala la luz de la Luna, formando una Serpiente Lunar en el Calendario perfecto de este edificio icónico.

El fenómeno de la Serpiente Lunar no solo es un evento visualmente impresionante, sino que también tiene implicaciones prácticas en la vida de los antiguos habitantes de Mesoamérica. Según Salazar Gamboa, Kukulcán llega al Castillo de Chichén Itzá para anunciar las siembras y cosechas, marcando así ciclos importantes en la vida agrícola de la región.

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Este año, el espectáculo se ha extendido hasta principios de abril, con la Serpiente Emplumada adornando el Castillo con hasta nueve triángulos Isósceles. Esta evolución del fenómeno, con más triángulos a medida que se acercan los equinoccios, es un testimonio del profundo entendimiento de los ciclos naturales por parte de la civilización maya.

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