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Predial

El impuesto predial no se puede concebir sin un adecuado catastro.

El impuesto predial no se puede concebir sin un adecuado catastro. La referencia directa más antigua se debe a Herodoto (1400 AC) quien menciona que en Egipto trabajaban unos técnicos llamados “estiradores de cuerdas”, los que utilizaban cuerdas de longitudes conocidas con las que se encargaban de replantear los límites de las propiedades después de las crecidas del Nilo, asignando a cada agricultor el área que le correspondía tal cual había sido relevada previo a la crecida, lo cual permitía mantener el funcionamiento del motor principal de la economía como era la agricultura, lo cual era muy importante en un país fuertemente centralizado como Egipto. Las anotaciones respecto de las áreas que le correspondían a los agricultores no sólo servían para el replanteo de sus propiedades sino para el cobro de un gravamen proporcional a la producción potencial de la parcela, al combinar el área de la parcela con la cantidad de limo depositada sobre ella, estimada a partir de los nilómetros o medidores de altura de las aguas del Nilo. Se han encontrado referencias a que los propietarios de los predios rurales en la antigua Atenas debieron contribuir de forma proporcional al valor de sus inmuebles para costear la defensa de la ciudad sitiada, en otro ejemplo del carácter no sólo de protección de la propiedad sino del uso fiscal del catastro. En México en 1836 se dictaron disposiciones legales con fines fiscales, tales como el decreto federal, en donde se indicaba la regulación de una contribución anual de dos pesos al millar para todas las fincas urbanas (actual impuesto predial). Se crea en 1896 el primer catastro moderno mexicano, basado sobre una ley que establece la formación de un catastro geométrico y parcelario sustentado en la medida y el avalúo, de ahí que este impuesto está asociado al de las contribuciones inmobiliarias y en particular al impuesto predial. El presupuesto de egresos del Ayuntamiento de Mexicali es de alrededor de 4,000 millones de pesos, para operar esta ciudad, pagar nómina, prestaciones, alumbrado público, recolección de basura, etcétera. Para cumplir con tal cometido se tiene que allegarse de recursos de diferentes fuentes, ya sea de participaciones federales, estatales y propias, las propias son por derechos o impuestos, de estos principalmente es el predial. Mexicali tiene el impuesto predial más bajo del país para una ciudad equivalente. En el 2022 un predio en una colonia de nivel económico medio pagó en promedio $ 1,260.00 al año, en el 2023 no se incrementó el valor catastral base del impuesto predial. El problema no es el pago de impuestos, en este caso del predial, el problema radica en el abuso que se hace del erario, en el incremento de la nómina (casi el 80% del presupuesto), de trabajadores que con el argumento de que son sindicalizados solo trabajan 35 horas a la semana con su falta de productividad y el compromiso (salvo honrosas excepciones) con la Ciudad. La meta es no utilizar más allá del 40% del presupuesto de la ciudad en sueldos, sobran más de 1,000 trabajadores en el Ayuntamiento, por esa falta de confianza algunos ciudadanos no quieren pagar el predial y cualquier aumento los enfurece. Sí queremos tener una mejor ciudad paguemos el predial. De repente en nuestra ciudad todos se vuelven expertos en un tema, a raíz del conocimiento de los contribuyentes de la devolución de 6 millones de pesos por amparos interpuestos por propietarios de predios en Mexicali, todo mundo quiere opinar y dar soluciones para establecer valores base del impuesto predial. Cabe recordar que el impuesto predial sólo involucra el valor del predio y no de las construcciones, tenemos un retraso de más de 34 años en el establecimiento de una buena base del impuesto predial. Existen ley y reglamento para establecerlo, sólo se ocupa que las personas que se encargan de ello sean profesionales de la valuación y además se auxilien de los colegios de Ingenieros Civiles, Arquitectos, Topógrafos y Valuadores, no es un tema de improvisados o recomendados, por eso se pierden los amparos y a veces el valor catastral no es equitativo.

*- El autor es ex presidente de la Federación de Colegios de Ingenieros Civiles de la República Mexicana.

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