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Gaznápiros

Hace un titipuchal de años tomó Sulindaco, un medicamento antinflamatorio para mitigar la espondilitis anquilosante que padezco desde chaval.

Hace un titipuchal de años tomó Sulindaco, un medicamento antinflamatorio para mitigar la espondilitis anquilosante que padezco desde chaval. Abreviada EA, la espondilitis anquilosante es un delicado trastorno que afecta principalmente la columna provocando inflamación crónica en la médula espinal, a tal grado que dificulta y hasta imposibilita los movimientos más comunes. Y, por si
fuera poco, causa dolores de la retostada (por no decir de la rechin_ada).

Le aclaro que me echè una farmacopea de introducción (información farmacéutica) con el propósito de evidenciar que yo sin mi medicina -simple y sencillamente- no podría vivir. Así es que tengo una visión no tan solo objetiva sino 100% vivencial acerca de lo que representa el desabasto de medicinas en nuestro país. Máxime en el sector público.

Por ello, me provoca enorme inconformidad que nos quieran tratar como gaznápiros (ingenuos y tontos) diciéndonos que “está a punto de ser solucionado dicho desabasto”. Hace poco, el 2 de agosto, “quien ya sabe quien” prometió que se le daría solución a tal escasez, instalando una gigantesca farmacia en la Ciudad de México con todos los medicamentos -habidos y por haber- para enviarlos en un santiamén a donde hicieran falta. Ello popularizó la excusa: “ya merito nos llegan”.

Pero, el asunto es muy delicado porque desde hace años existe enorme adulterio, falsificación y robo de medicamentos habiéndose creado un gran mercado negro. Muchos fármacos son “sustitutos”, que vaya usted a saber si contienen los ingredientes y la formulación químicamente correcta.

Ya desde finales de julio, la COFEPRIS (Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitaros) señaló que el 15 por ciento de los medicamentos adulterados están destinados a tratamientos oncológicos, o sea contra el cáncer.

Está clarísimo, el gobierno federal diagnosticó en forma errónea el problema e implementó un cuestionable remedio: “La adjudicación directa”, con lo que compra menos medicamentos a precios más elevados. ¡Es urgente! ¿Hay un verdadero especialista en la sala (de la presidencia)?

LA PALABRA DE HOY: GAZNÁPIROS

Significa “personas que creen explicaciones absurdas, equivocadas o falsas” o sea, crédulos, ingenuos, ignorantes, tontos. Es probable que su raíz proceda de la voz neerlandesa 'gesnapp' que
significa charla, parloteo. Derivándose 'snapper', charlatán. De ahí, los soldados españoles que participaron en la guerra de Flandes (1568-1648) acuñaron el adjetivo gaznápiro: embobado,
engatusado, timado.

DE MI LIBRERO: EL GRAN ENGAÑO

El escritor Agustín Horcasitas Cano entremezcló hechos reales con aguda ficción. “Un solapado accidente en un reactor nuclear localizado en Fairbanks, Texas; provoca terrible contaminación
denominada con el concepto técnico Cobalto 60”…

La narrativa llega a México a un hospital en Ciudad Juárez, Chihuahua y más adelante en hasta Mazatlán, Sinaloa en donde se localiza la “celda de la muerte”, en una prisión que se construyó con varilla contaminada con el Cobalto 60, lo que causa la muerte “inexplicable” de sinnúmero de prisioneros…

Realidad hecha ficción: energía nuclear, producción industrial y comercialización a gran escala causan la muerte, la verdad se oculta y a los ciudadanos se le engaña como gaznápiros.

*- El autor es profesor de Redacción Creativa en Cetys Universidad.

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