Nadar en agua fría puede reducir los síntomas de la menopausia, según un estudio

Un reciente estudio realizado por investigadores del University College London revela que las mujeres menopáusicas que incorporan la natación en agua fría a su rutina experimentan mejoras significativas en su salud física y mental.

De las 785 mujeres encuestadas, más del 30% reportó beneficios notables, incluyendo la reducción de la ansiedad, cambios de humor, mejora del ánimo y disminución de los sofocos.

La autora principal del estudio, Joyce Harper, destaca que estudios anteriores ya habían sugerido que el agua fría mejoraba el estado de ánimo y reducía el estrés en nadadores al aire libre. Este nuevo estudio respalda esas afirmaciones, resaltando cómo las mujeres utilizan la natación en agua fría para aliviar síntomas físicos y mentales asociados con la menopausia, se menciona en la publicación del NY Post.

Menopausia y síntomas relacionados

La menopausia, generalmente experimentada entre los 45 y 55 años, conlleva síntomas como ansiedad, cambios de humor, sequedad vaginal, sofocos y problemas para dormir. El 63,3% de las mujeres encuestadas nadaba específicamente para aliviar estos síntomas.

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A pesar de los beneficios señalados, Harper advierte sobre precauciones al nadar en aguas frías, ya que puede haber riesgos como hipotermia, shock de agua fría y alteraciones cardíacas. También destaca la importancia de considerar la calidad del agua, ya que la contaminación puede aumentar el riesgo de infecciones.

Se recomienda precaución y evaluación de los riesgos antes de aventurarse en aguas frías.

Algunas limitaciones en el estudio

El equipo subraya la necesidad de investigaciones adicionales para comprender mejor la frecuencia, duración, temperatura y exposición necesarias para reducir los síntomas de la menopausia.

Además, el estudio exploró también los efectos de nadar en agua fría en mujeres que aún tienen períodos menstruales, proporcionando una perspectiva más completa sobre los posibles beneficios.

Los investigadores reconocen algunas limitaciones en su estudio, destacando que la encuesta se realizó solo a mujeres que ya nadaban en agua fría. Esta limitación podría influir en los resultados, ya que las mujeres que notaban una conexión entre la natación en agua fría y sus síntomas eran más propensas a participar en la encuesta.

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