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Errores comunes en grafoscopía

Muchas veces tenemos la percepción de que la forma correcta de hacer las cosas, es como siempre se han hecho, como nos la enseñó nuestro mentor durante nuestras prácticas, o como hemos visto que otros litigantes lo han hecho.

Muchas veces tenemos la percepción de que la forma correcta de hacer las cosas, es como siempre se han hecho, como nos la enseñó nuestro mentor durante nuestras prácticas, o como hemos visto que otros litigantes lo han hecho. Sin embargo, no porque algo se haya normalizado en la práctica, quiere decir que esté correcto, o realmente sea eficaz en su objetivo, y la prueba pericial Grafoscópica es el claro ejemplo de esas costumbres:

Un error común es ofrecer la prueba pericial en caligrafía, grafoscopía, grafometría, grafología y documentoscopía; el nivel de riesgo podríamos decir que es medio. En nuestro país, el nombre correcto de la materia que necesitas para determinar si una firma corresponde o no a alguna persona es Prueba Pericial en Grafoscopía.

Otro es señalar un cuestionario genérico para que los peritos contesten; hay quienes no lo entienden así, pero el cuestionario que se ofrece, es el que determina lo que marcará el problema planteado que los peritos resolverán en su informe.

Uno más, transferir la contienda a los peritos; este error es muy simple de decir, pero es una actitud muy grave que puede hacer que todo salga mal; necesitamos una adecuada literatura de contenido que permita romper la barrera entre el abogado y el perito, y que se reconozca, que aun cuando se objete de falso un documento basal, esa circunstancia no implica que los litigantes se puedan enajenar de la actividad probatoria y dejar en los hombros del perito la contienda. No ser perito en la materia no es pretexto para no involucrarnos con el desarrollo y valoración de la prueba pericial.

Uno de los errores más comunes es no revisar los dictámenes y solo leer las conclusiones; realmente es decepcionante, cuando las partes e incluso algunas autoridades toman el legajo que comprenden el informe del perito, y se van hasta las últimas hojas para ver qué dice el perito, si es o no es la firma.

El litigante tiene por costumbre usar objeciones genéricas señalando que no cumple los requisitos de eficacia, objeto en cuanto a alcance y valor probatorio y solicito no se le de valor probatorio al dictamen de mi contraparte porque… No cumple con los cánones de la materia ni con los requisitos de confiabilidad; “Porque es tendencioso y parcial y solo trata de favorecer a su cliente”; “Por qué no cuenta con los conocimientos suficientes para opinar en esa materia” etc.

Cuántas veces no hemos leído esas frases sacramentales, aunque no te perjudica y el riesgo es nulo, lo cierto es que ningún alcance tiene presentar un escrito con cualquiera de esas frases, si no motivamos el ¿por qué? lo mencionamos específicamente refiriéndonos al dictamen en donde se justifica.

Tal vez no te perjudiquen pero no aportan nada a tu pretensión, y en el peor, pueden operar probatoriamente en tu contra.

Estos son algunos de los errores más clásicos que hemos visto en nuestra experiencia, la idea de comentarlos tiene que ver con cómo podrías mejorarlos.

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