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Conflictos internacionales

La tercera guerra mundial está iniciando, hay que darle la cara a tan delicado momento. Tanques rusos contra tanques alemanes es un déjà vu, una sensación de algo ya vivido.

La tercera guerra mundial está iniciando, hay que darle la cara a tan delicado momento. Tanques rusos contra tanques alemanes es un déjà vu, una sensación de algo ya vivido. Resulta increíble el desorden mundial que inició a partir de la guerra en Ucrania, ni la pandemia alteró tanto. La mayoría de los rusos toma esta guerra como algo heroico, llevaban años escuchando sobre el ataque gubernamental ucraniano a la zona más rusa del país. Las bombas ya estaban antes de que entraran los rusos, Putin dice, en otras palabras, que sobre advertencia no hay engaño. Como Julio César cruzó el río Rubicón, sabiendo que no había retorno posible sin ganar la batalla, así está Putin. El eco de los más de 13 millones de muertos rusos en la segunda guerra hace que no descarten públicamente el uso de las armas nucleares. Si se repite el “sobre aviso no hay engaño”, es muy siniestro el posible efecto dominó en muchas de las más de doce mil ojivas nucleares existentes. El mundo adquiere un efecto algo surreal, como sacado de la pantalla, así como estábamos con la pandemia. Pueden ser años o una guerra de horas. Un puñado de tanques de Alemania y Estados Unidos escala mucho la guerra, ahora pide Zelensky aviones caza. Rusia ya declaró oficialmente que la OTAN está en plena confrontación, falta un pelo para decir guerra. Alemania es lo que presenta la banda de rock industrial Rammstein en su video Deutschland, una larga historia de barbaries, lo que está pasando es una más. Ucrania me recuerda la Guerra Civil Española, que fue un país usado como terreno de prueba bélica, ya con miras a la Segunda Guerra Mundial. No está para nada claro que Europa esté interesada en involucrarse, la presión americana prendió el fuego. Si la idea es debilitar a Rusia, con el tiempo lo conseguirán, pero su capacidad y mentalidad de resistencia es enorme, si la ven cerca sí pueden lanzar una ojiva, de momento es una guerra contenida en un país a costa del sufrimiento del pueblo ucraniano. Muchos europeos temen ser destrozados industrialmente y verse obligados a comprarle armas y gas a Estados Unidos. Al mismo tiempo está habiendo una guerra comercial entre Estados Unidos y China, que puede ser gasolina al fuego. Una guerra por el bloqueo de chips y maquinaria para su producción, involucrando a Japón y Holanda. China puede intervenir Taiwan, aduciendo es una isla suya. Exijamos una desescalada, a Biden y a Putin. No hay que ser especialista en geopolítica para ver esto, basta con informarse. Es momento de ver la gran película Dr. Insólito o Cómo aprendí a dejar de preocuparme y amar la bomba.

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