Cumplen promesa de no consumir alcohol ni drogas 

Tijuana BC.- Noventa y tres hombres pacientes del Centro de Rehabilitación La Vereda cumplieron dos años o más de 20 sin consumir alcohol, mariguana, heroína o metanfetamina.

Uno de ellos es Javier Guillén Mendoza, de 55 años de edad, quien a sus 13 generó adicción a la mariguana y alcohol.

Cumplió dos años continuos de desintoxicación y aunque se decide fácil, para él es una lucha constante para recuperarse a sí mismo y la confianza de su hija y nietos.

Los daños

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Guillen Mendoza recordó que la primera vez fumó mariguana por curiosidad para tener amigos sin imaginarse los daños que se provocaría a sí mismo y en su entorno.

Una de las cosas que he aprendido es valorar mi vida, la familia, el tiempo. Se dice fácil dos años limpio, pero es difícil, a veces me digo 'aguanta un poco más'"

Expresó.

Parte de su tratamiento médico consiste en terapias psicológicas y ocupacionales. También se convirtió en chef del centro, lo cual lo inspira a ayudar a los demás en su proceso de rehabilitación.

"A las personas les diría que no prueben las drogas, porque probándolas es difícil dejarlas. Es mejor que le saquen la vuelta, porque después es difícil dejarlas", aconsejó el paciente.

Tratamientos de rehabilitación

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Por su parte, el secretario de La Vereda, Juan Manuel Virgen Sánchez, expuso que el centro está especializado en los tratamientos de rehabilitación de mariguana, heroína, metanfetamina y alcohol, las cuales consumen tanto los niños como los adultos.

Mencionó que una de las razones de probarlas es porque se sienten somos y agobiados por los problemas familiares o muerte de sus seres queridos.

Virgen Sánchez detalló que el proceso de desintoxicación es guiado por médicos, psicólogos, religiosos, entre, y que la etapa más difícil para los pacientes es asumir la responsabilidad de los daños causados.

"La parte más difícil es en el área emocional porque ya cuando pasan el dolor de la abstinencia, ya sea alcoholismo o drogadicción viene el proceso emocional, empiezan a sentirse culpables, empiezan a sentir que no tienen derecho. Muchos están sufriendo por que perdieron a la familia, su trabajo", apuntó.