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El Imparcial / Tijuana / Caravana Migrante

"Si no vendía droga iban a matar a mi familia": Las razones de Luis Martínez para dejar Honduras y unirse a la caravana migrante

Luis Miguel Martínez Álvarez es uno de los 34

que la mañana del sábado llegó al asilo “La Casa del Abuelo Cachanilla” como miembro de la

que se dirige a

con la idea de buscar asilo en Estados Unidos.

Con una chamarra ligera y apenas a unas horas de su llegada, cuenta que la razón de su nombre, “Luis Miguel”, es debido al fanatismo de su madre por el cantante mexicano homónimo, aunque admitió que su música no es de su agrado.

Nacido en la parte sur de

, en el Departamento de

, Luis Miguel salió de su ciudad de origen el pasado 16 de octubre de 2018 para emprender su viaje con la Caravana, en el cual atravesó la República de

y

antes de entrar al país.

Con su madre, una esposa y tres hijos en Honduras, Luis Miguel busca en los Estados Unidos una nueva vida para él y su familia, huyendo de la violencia, la falta de empleo y la corrupción que afirma impera en su ciudad de origen.

“Las pandillas allá se apoderan de ti al ver que no eres una persona viciosa, para que les des apoyo para poder ellos seguir en su negocio como es la droga” relató.

Ante su imposibilidad de pedir auxilio a las autoridades hondureñas, las cuales afirmó no hacen nada para defender a las víctimas en este tipo de casos, prefirió escapar de su hogar para no verse obligado a participar en actividades delictivas.

“Estuve con un grupo, me amenazaron con que si no vendía la droga me iban a matar a mi y a mi familia, yo lo que hice fue quedarme callado” señaló “les dije que lo iba a pensar”

A pesar de lo difícil que resultó para él dejar a su familia en su país de origen, Luis Miguel tiene la esperanza de buscar asilo en los Estados Unidos, donde afirmó viven algunas primas suyas y amigas de su madre.

Haciendo memoria de los primeros días de su viaje, narró una parte del momento en el que cerca de 11 mil personas intentaron entrar al país por la frontera con Guatemala, recordando el conflicto como “una cosa horrible”.

Durante el evento, Luis Miguel fue empujado junto a otra mujer migrante y su hijo menor de edad contra los barrotes entre México y Guatemala, mientras que detrás de ellos un grupo de varones intentaban adentrarse ilegalmente.

Con algo de remordimiento, recuerda haberse ofrecido como ayuda para cuidar al niño junto a su madre, sin embargo después de la revuelta no volvió a saber nada sobre sus dos compañeros de viaje.

Sobre el resto de su travesía por el territorio nacional, reconoció que aunque ha tenido un viaje cansado y en ocasiones triste ha sido recibido con buenas atenciones por parte del pueblo mexicano, a quienes agradeció el apoyo brindado a lo largo del viaje.

Uno de los puntos más tristes de la travesía, recordó, fue el accidente ocurrido durante la madrugada del pasado viernes 16 de noviembre, cuando el camión en el que viajaba chocó con una de las unidades de la Policía Estatal en el tramo Caborca-Sonoyta de la carretera federal.

El siniestro en el que participó el camión dio como resultado alrededor de 10 personas lesionadas, mientras que el resto de los pasajeros también sufrieron golpes y dolores, pero sin complicaciones graves.

“Fue algo horrible, eso si va a quedar marcado en mi vida” admitió, señalando que algunas horas después del incidente había comenzado a sentir un persistente dolor en la espalda.

Recordó que antes de subir al autobús que los llevaría a su destino final en la ciudad de Tijuana escuchó al chofer decir sentirse cansado debido a que sólo había dormido tres horas, sin embargo debido a la insistencia el camión salió a pesar de esta advertencia.

De los lesionados, sólo un integrante de la Caravana se quedó en el estado de Sonora recibiendo atención médica, mientras que los demás continuaron su viaje hacia Baja California luego de ser revisados.

Buscando alcanzar una situación más estable a donde poder traer a su familia, Luis Miguel afirmó que su intención es viajar de Mexicali a Tijuana para así solicitar ser recibido por los Estados Unidos.

Señaló que durante su estancia en la Ciudad de México tuvo la oportunidad de recibir asesoría de abogados que revisan situaciones de asilo en el vecino país, quienes le comentaron que aquellos que pasan de forma legal tienen una oportunidad de pasar, por lo que su intención es intentarlo de este modo.

“La oportunidad que yo llevo es que, ellos dijeron, que si tenemos allá alguien que nos pudiera reclamar con documentos o papeles, pues uno tiene que pagar una fianza” comentó “tengo unas amigas allá, una primas, unas hermanas que ya están allá, solo esperándome en frontera”

Aunque por el momento permanecerán en Mexicali, el plan de Luis Miguel es el de continuar la travesía hacia el municipio de Tijuana para solicitar el asilo en los Estados Unidos y reunirse con sus familiares allá, con la intención de enviar ayuda a su familia.

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