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Oldboy. Dir. Park Chan-Wook

Veinte años hace, se proyectaba en Cinemark de Plaza Minarete, hoy un Cinemex en franco estado de decadencia, la cinta coreana Oldboy. Su impacto, en un momento en que el cine coreano no era tan difundido, inmenso.

Veinte años hace, se proyectaba en Cinemark de Plaza Minarete, hoy un Cinemex en franco estado de decadencia, la cinta coreana Oldboy. Su impacto, en un momento en que el cine coreano no era tan difundido, inmenso.

En el 2004 Oldboy recibió el Gran Premio del jurado de Cannes. Para celebrar el vigésimo aniversario de una de las más reconocidas películas de Park Chan-wook, esta se ha reestrenado mundialmente en una versión restaurada y remasterizada en 4k.

La película de Park sigue la historia de Oh Dae-su (Choi Min-Sik) un padre de familia, quién, tras una noche de juerga es secuestrado misteriosamente y encerrado en un cuarto de hotel por quince años.

Durante su largo encierro, Dae-su lucha para conservar la razón. Pasa los años recordando y escribiendo en papel los nombres de todas las personas a quienes hizo el mal, así como todos los actos nocivos que cometió en su vida, que pudiesen haber ocasionado tal castigo en su contra. En esa década y media de prisión, el televisor es su única compañía, su amistad y su amante. A través de la pantalla aprende todo lo posible y se entera también del asesinato de su esposa y de su presunta responsabilidad en el crimen.

Después de años entrenándose en boxeo de sombra y de fallidos intentos de escape, Dae-su es repentinamente liberado. Lo que sigue es una implacable cacería para encontrar al responsable de tan cruel acto en su contra, y el paradero actual de su hija.

Al inicio de su odisea Dae-su se cruza con Mi-do (Kang Hye-jeong), una joven chef de sushi que lo acoge en su departamento y lo ayuda a buscar pistas para resolver el misterio de lo que le sucedió. A pesar de su diferencia de edad, una relación pasional inmediatamente aflora entre ellos.

La innovadora forma en que Park desarrolla la cada vez más trágica narrativa, incorpora elementos del film noir, cine de acción y una innegable influencia de Hitchcock (que veinte años más tarde llevaría a su ápice con La Decisión de partir, 2022).

Así, Park, en lo que fuera apenas su cuarto largometraje, demuestra un dominio absoluto del medio, integrando, intriga, drama, violencia extrema e incluso humor, con magistral elegancia. Una perfecta cohesión que da como resultado una verdadera opera, lo cual se acentúa con el uso de la música que acompaña lo que sucede en pantalla.

El contraste entre la sordidez de la venganza contra Dae-su y la perspectiva romántica de Mi-do ante su experiencia del primer amor (que incluso cita a Amelie de J.P. Jeunet), le brinda mucho mayor peso al brutal e inimaginable desenlace que pulveriza al espectador primerizo y vapulea, con más fuerza incluso, a quien ya conoce lo que se avecina.

Veinte años después Oldboy conserva aún toda su potencia para impactar a nuevos espectadores. Su influencia se puede ver constantemente en cine y televisión. Una de sus secuencias más famosas, la batalla de Dae-su contra una pandilla de maleantes filmada en una sola toma (plano secuencia), a lo largo de un pasillo, ha sido plagiada y homenajeada una y otra vez en distintas producciones.

Oldboy está de regreso con la misma potencia. Park Chan-wook creó una verdadera tragedia griega, cuya crueldad no ha disminuido, al contrario, se ha intensificado, con el paso del tiempo. Una obra maestra. Imperdible para todo aquel con el temple de soportar su retorcida visión de la venganza.

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