Investigan a la “chinche besucona” en Unison Caborca

CABORCA.- Desde hace tiempo, en el laboratorio de Parasitología de la Unison Caborca, se está investigando a la “chinche besucona” (Trypanosoma cruzi), la cual transmite la Enfermedad de Chagas y trae graves consecuencias a la salud humana, informó Edgar Alfonso Paredes González.

El Químico Biólogo, responsable del mencionado laboratorio, del área de Ciencias Químico Biológicas y Agropecuarias, indicó que en el estado de Sonora hay 6 especies de chinches transmisoras del parásito que se aloja en órganos vitales del ser humano.

De estas especies no se tenía información concreta o fidedigna, motivo por el cual con apoyo de los estudiantes se ha dado a la tarea de capturarlas en áreas silvestres y en el laboratorio las cultivan para experimentar en roedores.

“Esto permite percibir la virulencia o tropismo (ver hacia dónde se va el parásito), y el grado de afectación en el ratón. Lo que hemos visto es que hay un parásito agresivo que mata al ratón en un lapso de tres semanas, aproximadamente.

“Hay otro tipo de parásito que no mata al ratón, pero permanece alojado y activo dentro de su cuerpo”, apuntó quien tiene 35 años como docente de la institución.

Observó que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), desde la Patagonia (Argentina) hasta el Sur de Estados Unidos, existen de 6 a 7 millones de personas parasitadas.

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En México, resaltó, se maneja que hay alrededor de 4 millones de personas infectadas con la Enfermedad de Chagas, “y por eso, estos trabajos que estamos haciendo nos dan luz y oportunidad, de que sí está el parásito presente, que sí está el vector y que sí hay casos clínicos”.

Más peligros en adultos

Lo que hace este parásito, producido por la “chinche besucona”, explicó, es que primeramente se mete a la sangre del portador y dura como dos o tres meses en “pausa” para después incrustarse en el tejido y continúa su avance lento hasta los órganos.

Detalló que, cuando el parásito está todavía en la sangre se le llama “fase aguda” de la infección y existen tratamientos para atacarlo, pero cuando entra al tejido desaparecen los indicios.

“El parásito entonces se anida en el corazón, en las vísceras, en los intestinos y otras partes del cuerpo, pero particularmente se va al corazón, y forma unos niditos. Y al cabo de varios años, la persona empieza a tener problemas cardíacos y viscerales. Llega a ser mortal.

“Cuando el parásito se detecta en ‘fase aguda’ hay medicamentos que curan al 100% esta enfermedad. Incluso puede haber cura cuando el parásito ya está presente en los tejidos, pero nomás en los niños, porque en los adultos, que ya tienen una cronicidad, no hay reversión”, describió.

Flujo de transmisión

Existe más propensión a esta enfermedad al acercarse las “chinches besuconas” a los domicilios, utilizando al humano o animales domésticos como fuente de alimento, ya que son hematófagos, y de esa forma, mediante sus heces, transmiten el parásito, dijo.

“Sobre todo, a aquellas personas que no tienen una vivienda digna, con puertas y mosquiteros para que no entren estos insectos, los cuales miden tres centímetros”, concluyó.

Síntomas de la enfermedad (Fase aguda)

Hinchazón en el sitio de la infección, fiebre, fatiga, erupción, dolores del cuerpo, hinchazón de los párpados, dolor de cabeza y pérdida del apetito.