Cumplen con añeja tradición

A paso lento caminaba ayer por la mañana Don Amarillas Ogmea, quien de la mano de su esposa viajó desde Pótam, Sonora a visitar a San Francisco Javier.

Con casi 80 años de vida el matrimonio procedente del Sur de Sonora salía de la Capilla de San Francisco Javier, a un costado de la Parroquia Santa María de Magdalena, en la Plaza Monumental, corazón de este pueblo mágico.

El fiel devoto del santo no recuerda por cuántos años ha venido a visitarlo.

"Como unos 30 años, más, vengo desde chavalo", platicó el señor.

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Don Amarillas llegó el martes como a las 16:00 horas y pese a su avanzada edad no se quedó en hotel.

"Nos quedamos en el campo, en una ramada para allá", continuó. "Tenemos una manda, por eso venimos, la estamos respetando.

Don Amarillas agregó que acude a pedir al santo por mandas ante cuestiones de enfermedad y accidentes que han sufrido con sus hijos y nietos.