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Lizeth hereda la dulce tradición de elaborar jamoncillos

Lizeth Serrano Martínez siguió con la elaboración de jamoncillos, tal como la inició su abuelo, hace 84 años, todo de manera artesanal.

HERMOSILLO, Sonora.- El jamoncillo es uno de los dulces tradicionales hechos a base de leche que por varias décadas han estado en la vida de sonorenses y que por tradición, muchas familias han creado su propia receta que ha perdurado por varias generaciones.

Tal es el caso de la familia Serrano, quienes desde hace 84 años elaboran el jamoncillo con una de las recetas más ricas en la región y por su calidad inigualable, su producto es el preferido para poner en la mesa de muchos hogares.

El legado de “Jamoncillos E. Serrano” lo inició Leopoldo Serrano Ramos, en 1938, quien en ese entonces se dedicaba a la venta de leche y decidió aventurarse para preparar su propia receta de jamoncillos que fue perfeccionada con el tiempo hasta obtener el sabor actual, según platicó su nieta Lizeth Serrano Martínez.

Es un negocio que empezó mi abuelo. Él vendía leche y se puso a hacer pruebas para hacer jamoncillos. Es un negocio familiar, mi abuelo y mi abuela fueron los que iniciaron, después ya le siguió mi papá (Ernesto Serrano), y ahorita estamos yo y mi hijo Israel”, dijo.

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Las instalaciones del pequeño negocio lo iniciaron en la colonia Centro, en la casa de los abuelos de Lizeth, en un espacio que destinaron especialmente para la elaboración de jamoncillos y donde don Leopoldo creó la receta secreta que ha deleitado una gran cantidad de paladares.

A pesar de que los ingredientes son a base de leche y azúcar, la técnica heredada por sus antepasados ha hecho que los jamoncillos de la familia Serrano sigan teniendo el mismo sabor, como así lo han mencionado los propios clientes.

Cuando vienen los clientes que llevan años comprándonos jamoncillos nos dicen que es el mismo sabor desde que mi abuelo inició y que mi papá siguió elaborando, y me siento muy orgullosa de que así sea porque a la gente le gusta”, externó Lizeth.

Recordó que desde muy joven empezó a involucrarse en el negocio familiar, cuando se despertaba a las 04:00 de la mañana y escuchaba el ruido de las cazuelas en la cocina, y veía a su padre trabajar mientras se asomaba por una de las puertas que conecta a la casa con el área de trabajo.

Yo veía a mi papá cuando se despertaba a las 04:00 de la mañana y hacía los jamoncillos y me decía: ‘Vete a dormir’. Me gustaba mucho verlo y me empezó a interesar, y después los sábados le ayudaba a poner moldes, y ya me fui interesando más en el negocio”, agregó.

Tras la muerte de Ernesto Serrano, hace alrededor de 20 años, Lizeth fue la que decidió seguir con el legado familiar y se dedicó al 100% a la fabricación de este dulce de leche, al cual le ha hecho algunas variaciones para ofrecer novedades a sus clientes.

El jamoncillo que más se vende, dijo, es el que tiene nuez, pero también hay jamoncillo de chocolate, combinado y jamoncillo untable, un producto novedoso que ha sido del agrado de los clientes.

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¿QUÉ ES EL JAMONCILLO Y CÓMO SE HACE?

El jamoncillo es una pasta firme y suave a la vez cuyo ingrediente principal es la leche, el azúcar, el cual en ocasiones es mezclado con otros ingredientes que le dan un sabor único.

La leche se somete a temperaturas altas durante un tiempo determinado, dependiendo de la cantidad que se elabore hasta llegar al punto ideal.

En temporadas altas, Lizeth Serrano llega a fabricar hasta 160 litros de leche diariamente, como en Navidad, Semana Santa y vacaciones de verano, mientras que en temporada baja fabrica 80 litros al día.

Desde la 01:00 de la mañana empiezo a hacer el jamoncillo, por el proceso tan tardado que es, son muchas horas que se requieren para prepararlo, desde hervir la leche, que quede condensada y ya darle el toque para que ya quede listo para batirlo y ponerlo en los moldes”, explicó.

La mezcla perfecta no debe de quedar ni muy aguada ni muy dura, añadió, tiene que quedar en un punto exacto.

Es un trabajo artesanal que se realiza con el mayor cuidado y la mejor calidad, por tal motivo es que la marca ha perdurado tanto en el mercado, como así lo mencionó Lizeth.

Además de la tienda localizada en la calle Doctor Noriega 100, entre Iturbide y Rayón, de la colonia Centro, el“Jamoncillo E. Serrano” se vende en algunos establecimientos de coyotas, en Taste Boutique de Carnes y algunos restaurantes de la ciudad.

Mi venta fuerte es la gente que viaja, gente que lleva a otros lugares, sonorenses que viven fuera, que extrañan el producto y lo encargan”, indicó.

El jamoncillo que más se vende es con nuez de 140 gramos, pero sus presentaciones son barras de un kilo, medio kilo, además de otros tamaños individuales que se hacen especialmente para temporadas, como el 14 de febrero, o eventos especiales, como mesas de dulces.

Para adquirir el producto realizado por Lizeth Serrano pueden contactarlos en la cuenta de Instagram y Facebook de Jamoncillos Serrano o acudir directamente a la tienda donde se fabrica este delicioso manjar, en el domicilio antes mencionado, en un horario de lunes a viernes, de 08:00 a 18:00 horas, y sábados de 08:00 a 16:00 horas.

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