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El Imparcial / Hermosillo / Lupus

Lucha joven madre contra el lupus

A sus escasos 29 años de edad, siendo una mamá joven y teniendo una vida por delante, Dámaris Robles Félix lucha día con día con la enfermedad del lupus.

El padecimiento le ha quitado muchas cosas en su vida; y aunque ha aprendido a vivir con la enfermedad y sobre todo con el dolor, no puede retroceder el tiempo para poder tomar en brazos a su hijo.

Hace tres años, cuando acababa de dar a luz a su primer bebé, Dámaris Robles fue diagnosticada con la enfermedad que le quitó las ganas de todo, y retrocedió debido a las complicaciones.

"Esa etapa para mí fue difícil, pero más difícil para mi esposo, mi mamá y para mi hermana, porque ellos me vieron cómo me puse: Dejé de hablar, de caminar... sentía dolor todo el tiempo y ya no podía cargar a mi bebé, ni siquiera podía jugar con él", contó.

La joven madre de familia, en el marco del Día Mundial del Lupus, resaltó la importancia de la detección oportuna de la enfermedad, pues desafortunadament su diganóstico fue tardío, lo que dificultó su tratamiento.

Primero le dijeron que su padecimiento tenía un origen sicológico, porque le hacían pruebas de todo y nada salía anormal, hasta que su familia contactó a un médico, quien fue un "ángel de la guarda" para ella.

"Esta enfermedad es muy difícil, más cuando no te la detectan a tiempo; a mí me comenzó a afectar principalmente en el riñón, pero también a los pulmones y pues las articulaciones no se diga", comentó.

El entorno de Dámaris Robles Félix tuvo que cambiar para que pudiera vivir con lupus, pues de ser una mujer muy activa, hacer actividades extremas, ser fotógrafa y andar "de arriba para abajo", ahora está en su casa sin exponerse al Sol.

"Todo nos afecta esta enfermedad. Yo amo la fotografía y ahora no puedo hacerlo porque el lupus me afectó la vista; apenas estoy leyendo más o menos bien y a escribir porque parezco una persona disléxica; no escribo ni leo como antes", compartió.

El motor más grande para Dámaris Robles es su pequeño Zuriel, de 3 años de edad, quien le ayuda en los quehaceres del hogar porque sabe que su mamá no puede agacharse ni andar muy rápido.

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