Alma Gabriela saca adelante a sus hijos haciendo piñatas
La madre de familia indicó que ella comenzó a confeccionar estos recipientes de dulces para las reuniones de sus hijos y sus sobrinos.
HERMOSILLO, Sonora.- El amor por sus hijos hizo que Alma Gabriela Figueroa Valdez, de 34 años de edad, dejara su trabajo y se adentrara al emprendedurismo a través de su habilidad para hacer piñatas.
La madre de familia indicó que ella comenzó a confeccionar estos recipientes de dulces para las reuniones de sus hijos y sus sobrinos, sin embargo su talento cautivó a su familia extendida y después a los invitados de las fiestas, atrayendo nuevos clientes.
Nunca lo vi como un negocio porque a mi lo que me gusta es plasmar mi creatividad”, destacó, “me gusta mucho hacer piñatas porque estoy en casa con mis hijos, así no los descuido, estoy al pendiente de ellos y de mi hogar, porque pues antes trabajaba y no los veía”.
Alma trabajaba en maquiladora, pero sentía que descuidaba a sus hijos
De acuerdo con Alma Gabriela, el año pasado consiguió trabajo en una maquiladora y, aunque había un ingreso extra para el hogar, sentía que descuidaba su labor como madre, especialmente cuando su hijo mayor entró al turno vespertino en preparatoria.
Después de ponderar, la madre de familia decidió que estar al pendiente de los menores de 4, 10 y 15 años era más urgente que cualquier dinero extra que pudiera conseguir.
Era mi casa y el trabajo, no había tiempo para mí porque el poquito tiempo que tenía en mi casa yo lo tenía que dedicar a ellos: tenerles su comida, su ropa, todo…”, narró.
¿Cómo Alma decidió que las piñatas serían su trabajo?
Alma Gabriela comenzó a contemplar la creación de piñatas como un trabajo real cuando, en diciembre del año pasado, recibió numerosos pedidos, por lo que decidió que ese sería la mejor manera de balancear sus deseos de criar a sus hijos y ofrecerles la mejor vida posible.
Si bien el flujo de trabajo es variable, en promedio hace alrededor de 20 piñatas al mes y, durante ocasiones especiales como el Día del Niño y Navidad, puede tener hasta seis pedidos por semana.
Por lo regular duro un día haciendo las piñatas, pero las de ‘3D’, de dos a tres días, a veces me ayudan mis hijos, especialmente el más pequeño que nomás las ve y quiere ir a las fiestas”, dijo entre risas, “quisiera tener mi negocio y estar vendiendo piñatas, Dios quiera un local de fiestas donde venderlas”.
Lo más satisfactorio de ser madre, destacó Alma Gabriela, es estar con sus hijos: verlos contentos, darles educación y amor, por eso hizo las adecuaciones necesarias para atender sus necesidades a través de la creación de estos recipientes de dulces.
“Lo mejor de ser mamá es el tiempo y cariño que uno les puede dar a sus hijos”, resaltó, “una piensa que debe trabajar para darles lo mejor, pero eso no sirve si al final no estás con ellos”.
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