Edición México
Suscríbete
Ed. México

El Imparcial / Columnas / Columna Sonora

El Cacho Ramos... ¡Ya la hizo!

Farándula deportiva

En este último mes los Institutos del Deporte han dado la nota tanto el Municipal como la Codeson, se pusieron las pilas y se dieron a la tarea de reconocer aquellos deportistas que durante su época activa le dieron brillo al deporte a nivel estatal, nacional e internacional.

Si bien es cierto que “no están todos los que son ni son todos los que están” en ambos recintos, lo que sí es verdad es que nadie les regaló nada a esos once integrantes al Salón de la Fama del Deportistas Sonorense. Fue en la Arena Sonora (antes Gimnasio del Estado) donde se dieron cita los galardonados, acompañados de amigos y familiares, que le dieron el toque emotivo el acto, mismo que encabezó Erubiel Durazo, titular de la Codeson.

Por primera ocasión la ceremonia se cambió de lugar, todas las anteriores habían sido en el Palacio de Gobierno, ya sea en el Salón Gobernadores y en muy pocas ocasiones en el patio central del mismo. Un servidor comparte micrófonos todas las mañanas en una radio local de lunes a viernes y los domingos con el maestro de la crónica periodística y analista político José Ángel “Eel Gordo” Partida, el ultimo comunicador de aquella época, que pronto llegará al octavo piso y sigue en la pelea, alguna vez le pregunte. Cuantos años crees que vayas a vivir José Ángel. ‘¡Yo viviré 150 años!’, me dijo muy convencido, lo cual lo tiré de loco, pero cuando me dijo que vivirá esos años en el recuerdo de sus nietos y dije: Puede que tenga razón.

El pasado viernes cuando se realizó la ceremonia de entronización, un evento bien organizada por Eugenio “Chino” Madero y Arturo “Potrillo” Llanes y demás personal de la Codeson, cada homenajeado llevó a su familia. Luis Pedro “Chacho” Ramos, que representó al futbol con un gran historial y grandes hazañas de este deporte no fue la excepción, como esos tres títulos nacionales de Primera Fuerza de manera consecutiva y con jugadas claves en algunos nacionales que ayudaron a conquistar esos títulos, “secar” prácticamente en la marca a Javier “Chicharo” Hernández, el delantero más peligroso de Jalisco, en aquel Nacional de Chetumal en 1980, donde Sonora ganó 3-1.

En una parte de las butacas se encontraba, María Teresa Ramos Zavala (la única hija), sus hijos Barbarita y David Leonardo, y su yerno David Loya. Ya que su señora Margarita Zavala se les adelantó en el camino hace año y medio, el Chacho convivió 41 años entre noviazgo y matrimonio, ahora sí que hasta que la muerte los separó. Antes de iniciar el acto, Barbarita muy inquieta, como son las niñas de cinco años, volteaba para todos lados, se sentaba de una forma u otra. Hasta que inicio la ceremonia, donde Óscar “Buqui” Soria anunciaba a los presentes y posteriormente en una imagen ya grabada en una pantalla gigante el galardonado en turno expresaba su sentir. Cuando mencionan al “Chacho” Ramos la nutrida porra y amigos entre los que estaban Gilberto “Gevas” León, Manuel Ignacio Guerra, Martín “Pigüi” Estrella, el “Picuyo” Barrón, el “Mudo” Aguiar, el “Willy” Esquer, se hicieron sentir.

Hoy que tengo mi nieta de cuatro años de edad, Ana María Mendoza Carmona, me llevó de tarea el deseo. Por lo pronto Chacho: ¡Tú ya la hiciste! No cabe duda que los tiempos de Dios son perfectos.

En esta nota