La cereza del pa$$tel del PJBC

Cada año, una de las peticiones y negociaciones más álgidas del Poder Judicial de Baja California (PJBC) es tener mayor presupuesto para sus actividades, incluidas el pago a las partidas 1000 y 3000, correspondiente a Servicios Personales (pago de nómina, bonos, compensaciones y gastos médicos a todes, incluidos magistradxs y jueces) y Servicios Generales. Hasta el 2022 el recurso anual del Tribunal Superior de Justicia de BC no superaba los mil millones de pesos, lo cual pareciera mucho dinero, pero para soportar al sistema de justicia en el Estado, con todo y sus tribunales, resulta poco dinero. En 2024 se cuenta con 1 mil 800 millones de pesos que se incrementan con posibles ampliaciones.

Sí, pienso lo mismo que ustedes lectorxs, nadie quiere regatear cuando se trata de la importación de justicia, siempre y cuando esto signifique tener más juzgados, jueces y juezas mejor capacitados, procesos judiciales más ágiles con mecanismos tecnológicos, logísticos y humanos con protocolos idóneos para eficientar la productividad de sus labores en miras de disminuir el rezago judicial en materia penal, civil y familiar.

Uno de los grandes problemas que tiene el Poder Judicial es que carecen de administradores públicos y economistas con visión social para armar sus presupuestos, programas, POAs y políticas públicas, les encanta llenarse de abogados y contadores, quienes a la postre terminan haciendo un cochinero que se refleja en sus Cuentas Públicas y en el trabajo operativo diario.

Para muchos abogados y políticos que conocen a fondo el PJBC, el Instituto de la Judicatura es la cereza del pastel del pésimo manejo de recursos, incluso la han bautizado como una especie de caja chica o agencia de colocación de familiares.

De acuerdo a la descripción del propio Poder Judicial, el Instituto de la Judicatura “es una unidad académica auxiliar del Consejo de la Judicatura en materia de formación, capacitación y actualización de los miembros del Poder Judicial de BC y de quienes aspiren a pertenecer a éste, contribuyendo al desarrollo de la carrera judicial para que en ésta rijan y se actualicen debidamente”.

Pero, con información de la solicitud de Transparencia (020058424000205) de los oficios 669 y 668/UT/2024 en Ciudad Capital y Lindero Norte pudimos constatar que incumple con su misión y objetivos, toda vez que desde la creación del Instituto en 2010 han realizado solamente 53 investigaciones, en promedio 4 por año, en 2012 y 2016 fueron los años que más trabajaron con 6 y 5 investigaciones, respectivamente. Durante la pandemia hicieron 2 por año.

El problema es que esta Unidad Académica Auxiliar nos cuesta 7 millones 740 mil pesos por año. Si bien es cierto que sería muy injusto analizar únicamente de manera cuantitativa a este Instituto, sí hace ruido que por cuatro investigaciones en 2023, que al final no se han traducido en algo que impacte al Poder Judicial, se destinaron 7.7 mdp.

¿Cuáles son esas investigaciones?

*Programa Estatal de Capacitación Práctica para la Unidad de Sala y Unidad de Causa del Sistema Penal que permita contar con personas capacitadas que cubran las vacantes (creado en mayo del 2023).

*Una propuesta de Lineamientos del Observatorio Ciudadano de sentencias con Perspectivas de género (septiembre).

*Un proyecto de Protocolo para la prevención, atención y sanción del acoso laboral (noviembre).

*Programa de Profesionalización de Derechos Humanos y Perspectiva de Género (13 de diciembre).

También como agencia de colocación de amigos y hermanos de políticos, el Instituto de la Judicatura tiene buenos salarios como el del Director David de la Rosa Anaya con un sueldo de 65 mil pesos al mes.

Cuatro investigadores con un sueldo, cada uno, de 44 mil 400 pesos mensuales; 1 profesionista especializado de 24 mil 300 pesos; 4 trabajadores administrativos de 40, 34, 32 y 10 mil pesos.

Un análisis aparte se merece el costo de la Biblioteca del Instituto, la cual tiene un costo de mantenimiento anual de 590 mil pesos y tiene como única encargada a una mujer que percibe un salario de 31 mil pesos mensuales. Es la biblioteca más pequeña y cara de la entidad, quizá también la más innecesaria.

Además, personal del Instituto cuenta con un presupuesto para viáticos, eventos y conferencias por 441 mil pesos; el problema es que cada dos meses hay una conferencia a la que invitan a un expositor.

Ojo, no hablo de que desaparezca el Instituto, sí de que trabaje como en su descripción y objetivos refieren, porque en su labor radica mucho de la profesionalización del Poder Judicial, que se encaminen como lo hace la Escuela Judicial del Poder Judicial de la Federación.

*REFLEXIÓN EN VOZ ALTA: Son seis los candidatxs locales que pidieron seguridad para hacer campaña, tres de ellos de MORENA a las alcaldías.

*FIASCO SEMANAL: “Pancho” Fiorentini, candidato del PAN, se cayó en un bache caminando por las calles de Mexicali. La pifia puede ser para el bacheo de Norma Bustamante o para Fiorentini por no tener coordinación al caminar y presumirlo.

*- El autor es periodista de Baja California.