Ataque a Cascos Azules en la RDC

KINSHASHA, RDC.- En un ataque rebelde, ocho unidades de las Fuerzas de paz, incluyendo seis guatemaltecos y un indio, resultaron gravemente heridos, informó el Ejército congoleño.

El trágico evento se suma a una serie de enfrentamientos que ha enfrentado la Misión de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo (MONUSCO) contra los insurgentes del Movimiento 23 de Marzo (M23).

En X, Guillaume Ndjike, portavoz de las Fuerzas Armadas del Congo, acusó al Ejército ruandés de apoyar al M23 en la batalla contra la posición de la MONUSCO en la localidad de Sake.

No es la primera vez que los efectivos de paz resultan heridos en confrontaciones con esta organización, a principios de febrero pasado, otros dos soldados también resultaron heridos en un ataque contra un helicóptero atribuido al mismo grupo rebelde.

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La localidad de Sake, donde ocurrió este ataque, ha sido testigo de un aumento significativo de la violencia desde el 7 de febrero, forzando el desplazamiento de aproximadamente 144,000 personas, según datos de la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur).

Conflicto Perpetuo

Los ataques del M23 desencadenaron las tensiones entre la República Democrática del Congo y Ruanda. A este último se le acusa de brindar apoyo a los insurgentes del M23, una afirmación que Kigali (su capital) ha negado varias veces, a pesar de haber sido corroborada por la ONU.

En el otro lado de la moneda, tanto Ruanda como el M23 acusan al Ejército congoleño de colaborar con las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), un grupo rebelde fundado en el 2000 por cabecillas del genocidio de 1994 y exiliados ruandeses (hutus) en la RDC.

El M23 se rebeló contra el gobierno congoleño, criticando las condiciones marginal del ejército y la poca disposición gubernamental a implementar sus compromisos derivados del acuerdo de paz firmado en 2009.

Desde 1998, el este de la República Democrática del Congo ha estado inmerso en un conflicto alimentado por diversas milicias rebeldes y el Ejército, a pesar de la presencia la MONUSCO, establecida desde el 2010, que cuenta con unos 16,300 uniformados en la región.

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