Edición México
Suscríbete
Ed. México

El Imparcial / Columnas / Columna Mexicali

Palabrejas

¡Niño, no digas palabrotas! De inmediato regañan al infante que suelta “chines y canes”.

¡Niño, no digas palabrotas! De inmediato regañan al infante que suelta “chines y canes”. Pero, rara vez, se le reclama al adulto cuando dice una sarta de palabrejas. Aunque no vengan al caso y sean sin sentido. Muchos políticos, sin que ellos se den cuenta, son especialistas en el hablar con palabrejas.

Peor aún cuando, supuestos progresistas, lo hacen a propósito queriendo estar “al día” con un lenguaje que en realidad resulta miserable y molesto: El pomposamente llamado “lenguaje inclusivo”. Por ejemplo, decir “nosostres” y “querides” son aberraciones, barbarismos e inútiles ridiculeces.

Bajo el supuesto de que “el lenguaje inclusivo utiliza palabras colectivas” cuando se dice “todes” en lugar de todos y todas. Pifia mayúscula que no es incluyente ni aglutinadora. La cual denigra la gramática, el lenguaje y la lógica. Y más todavía: altera el funcionamiento cerebral que estructura el pensamiento y la forma de hablar que se ha adquirido a través de los años.

Considero muy importante analizar esta problemática que -por un afán supuestamente inclusivo- no sólo se lleva de corbata las formas comunes de hablar; daña las redes neuronales de la memoria y la verbalización tanto del que habla como del que escucha.

Así, decir “elle” en lugar de ello por la ridícula pretensión de abolir el masculino expresado a través de la letra “o” y sustituirla con la “e” que representa el femenino, palabra que -mire usted nomás que ironía- ¡Es del género masculino! Sin lugar a duda, también es una nefasta anormalidad eluso de la arroba @ para que -supuestamente- no predominegénero alguno y, en lugar de escribir “niños y niñas”, dizquelos agrupan con el disparate niñ@s, con la absurda justificación de que la palabra arroba tiene en su grafía las letras “a” y“o”. De tal calaña es el mentado lenguaje inclusivo.

LA PALABRA DE HOY: PALABREJAS

En forma hasta comedida, en el Diccionario de la Real Academia de palabreja, dice: f. (femenino) despectivo. “Palabras deescasa importancia o interés en el discurso”. Y, yo agrego que– en el caso del lenguaje inclusivo- son una retahíla de palabrejas inútiles que provocan un miserable vicio que corrompenuestra lengua: El maravilloso español.

Pero, los promoventes del lenguaje inclusivo se seguirándando de topes contra la pared porque tendrán que seguir utilizando las palabras como “estudiante”, “independiente”, “paciente”, “residente” y otras imposibles de trastocar.

DE MI LIBRERO: LA PALABRA

Del muy riguroso novelista, Irving Wallace, La Palabra describe el màs trascedente descubrimiento arqueológico de todos los tiempos: “El evangelio escrito por Santiago”, “supuestohermano menor de Jesús”.

En la trama, afamados teólogos y lingüistas debaten sobrelo que desconcertantemente bautizaron como: “La resurrección dos”.

En la novela, el personaje llamado Steven Randall, quiendirige una agencia de relaciones públicas, decide explotar lanueva versión de “La Palabra” y lanzar al mercado mundialuna nueva Biblia.

En una red de intrigas y eminentes peligros para Randall,la intensa novela de Wallace, La Palabra es muchísimo másque huecas palabrejas.

*- El autor es profesor de Redacción Creativa en Cetys Universidad.

En esta nota