Olor a verde olivo

Tijuana tiene un trato electoral completamente diferente al resto de los municipios de Baja
California, dado los altos índices de violencia que representa, por lo que rodearse de candidatos militares empieza a ser una constante.

El proceso electoral de este año no es la excepción.

El verde olivo militar aparece como candidatos o acompañando a los aspirantes de diferentes partidos o alianzas.

La real, tangible y objetiva inseguridad que prevalece en la vecina ciudad tijuanense, que es acompañada por esa percepción que varía con un humor social galopante, termina por desgastar a cualquier gobernante.

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De allí la recurrente intencionalidad de rodearse de militares que intentan enviar un mensaje de nosotros sí vamos a poder combatir la inseguridad, con cero corrupción-cero impunidad.

Este 2024 vemos el estandarte de ex militares con fines electorales en Tijuana.

Aunque la violencia nunca se fue en dicho municipio, hubo un periodo donde se confrontó realmente al crimen y se presentó una reducción importante de los homicidios dolosos y el secuestro.

Con una política pública más agresiva y organizada. Aunque también habrá que reconocer que lo vivido recientemente con las múltiples disputas de los diferentes carteles es un caldo que se ha cultivado en varios trienios y no se ha querido o podido combatir.

Situación que a los ciudadanos nos da igual, ya que el no querer o el no poder por parte de las autoridades es exactamente igual: con eso la criminalidad nos gana y arrodilla a todos.

Fue entre el 2009 y 2011, donde actores de los tres órdenes de gobierno lograron no solo resultados, sino abonar a la percepción ciudadana de que si se podía doblegar a los criminales.

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Dos protagonistas de este periodo fueron militares, uno de ellos el teniente coronel Julián Leyzaola, quien era el secretario de Seguridad Pública.

Otro, el General Alfonso Duarte Múgica, quien era comandante de la Región Militar.

Los datos y cifras objetivas están ahí.

Inclusive el entonces presidente de México, el panista, Felipe Calderón condecoró a Duarte Múgica.

El entonces alcalde panista, Jorge Ramos enalteció a su jefe policiaco Leyzaola sacando raja política de las cifras y colgándose las medallitas.

El entonces gobernador, José Guadalupe Osuna Millán también hizo lo mismo, pero con Alfonso Duarte Múgica, luego que tuvo un periodo amargo con su antecesor en la región militar con el polémico general, Sergio Aponte Polito.

Eran tiempos de la lucha militar contra el crimen impulsada por Calderón, donde por cierto también hubo el lado oscuro de los abusos y violaciones a los derechos humanos, denunciados por diferentes organizaciones civiles.

Ahora, después de una década, curiosamente ambos militares buscan ser protagonistas en el ámbito político en Tijuana, municipio sacudido trágicamente por la criminalidad.

Julián Leyzaola que ya quiso ser alcalde en ocasiones, anda legitimando las aspiraciones a la alcaldía de Erick El Terrible Morales, donde se deduce que regresaría a la Policía Municipal en caso que el ex boxeador gane como candidato de Morena y sus aliados.

Duarte Múgica, quien seguramente fue invitado a Baja California por el aspirante a Senador, el panista ex gobernador, José Guadalupe Osuna Millán, busca la diputación federal del Distrito 05 por la alianza PRI-PAN.

No sabemos como anda el tema de la residencia, porque el General inclusive quiso ser candidato a gobernador en Morelos.

Ambos vivieron sus glorias en el pasado y aunque los tiempos actuales con Andrés Manuel López Obrador se han empoderado los militares en muchos rubros, todo lo que huela a la lucha contra el narco en el sexenio de Felipe Calderón es señalada como la guerra fallida.

Por lo pronto, el olor a verde olivo militar podrá estar en las boletas electorales en junio próximo.

La verdad sea dicha

*- La autora es directora del portal MF Noticias Mexicali.