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Oaxaca del otro lado de la frontera

Rufina Ruiz pensó dejar Oaxaca. Quería emigrar a Estados Unidos. Cuando su madre se enteró, la tomó de la mano y la llevó bajo la sombra de un árbol. Sacudió sus ramas.

Rufina Ruiz pensó dejar Oaxaca. Quería emigrar a Estados Unidos. Cuando su madre se enteró, la tomó de la mano y la llevó bajo la sombra de un árbol. Sacudió sus ramas. Las hojas cayeron como si fuera otoño. Entonces, con voz enérgica le ordenó a su hija que las recogiera del suelo.

Rufina intentó usar una escoba, pero su madre no se lo permitió. Mirándola a los ojos le dijo, “recoge cada hoja con tus manos”. Ella la miró incrédula. Su madre le sentenció: “Si te vas al otro lado, así será tu trabajo”.

Rufina abandonó la idea de emigrar. A pesar de que sus manos siguen siendo su principal herramienta, no recoge hojas del suelo, sino que moldea el barro de la tierra en su pueblo natal Santa María Atzompa, lo que le ha valido el reconocimiento internacional como artista alfarera.

Pese a que la situación económica no era la mejor en Oaxaca, su decisión fue la de quedarse de lado mexicano, a diferencia de otros oaxaqueños que deciden emigrar en busca de un mejor futuro.

El sueño de cruzar la frontera se desvaneció hace años para Rufina, pero no para miles de inmigrantes de Oaxaca quienes han emigrado a Estados Unidos, nada más en 2020 emigraron al país más de 33.000 oaxaqueños deacuerdo al Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía.

Arizona se ha vuelto un destino atractivo para los oaxaqueños, quienes han formado una amplia y pujante comunidad en el barrio al norte de Phoenix y se han asentado en distintos barrios de Tucson.

La mayoría de los oaxaqueños que emigra a Arizona proviene de los valles centrales que abarcan Etla, Centro, Zaachila, Zimatlán, Ocotlán, Ejutla, Tlacolula, así como delIstmo de Tehuantepec, de acuerdo a información de Oaxaqueños Unidos en Arizona.

Mucha de la nueva migración proviene de California, afirma Carmen Velasco, quien explica que debido al alto costo de las viviendas y el alto nivel de vida, los oaxaqueños han estado volteando a ver a Arizona, Nevada, Texas, como nuevos destinos.

Carmen, originaria de San Andrés Ixtlahuaca, hace 28 años decidió venir a Phoenix porque un pariente vivía aquí, fue quien la ayudó a asentarse en el norte de la ciudad.

Debido a esta gran población creciente se han abierto restaurantes con la rica gastronomía oaxaqueña, negocios que son productos de la nostalgia y donde puedes disfrutar: Tlayudas. Memelas. Tamales oaxaqueños. Quesillo y epazote. Cecina. Chapulines. Quesadillas de huitlacoche. Molotes. Enchiladas. Empandas de flor de calabaza. Mole negro, verde, amarillo y coloradito. Café de olla y un buen mezcal.

Es así como está naciendo una pequeña Oaxaca en Arizona.

* La autora es periodista independiente para medios internacionales.

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