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Los Libros de Texto

¿Cómo se debe educar a nuestros niños? Durante años ha sido ampliamente debatido.

SOMOS LO QUE HACEMOS

¿Cómo se debe educar a nuestros niños? Durante años ha sido ampliamente debatido; para muchos este es un derecho de los padres, sin embargo, es innegable que es también una de las funciones más básicas del Estado.

Dentro de nuestra sociedad hay sectores en los que se tiene claro que la existencia divina es el ordenador y guía de nuestras vidas, ¿Es válido que en las escuelas esto sea enseñado?, ¿Es correcto que el creacionismo sea instruido en lugar de la Teoría de la Evolución de las Especies? Creo que hemos confundido el tema de la educación con el del adoctrinamiento, por ello la necesidad de separarlos. Durante años parte de nuestra sociedad ha resuelto este cuestionamiento a través de la oferta de escuelas privadas.

El Estado tiene la obligación de normar los planes de estudio y por ende el material que rige la vida académica de nuestros educandos bajo el principio de laicidad y a través del método científico, por ello la Secretaría de Educación Pública tiene la potestad de dictaminar los libros y el material educativo que se llevará en las escuelas; la publicación de los nuevos ha vuelto a hacer público este debate. El problema no es que se señalen los errores científicos de los mismos, sino que el ahora grupo dominante de la política nacional quiera imponer una visión cerrada y particular de país hasta en los planes y programas de estudio; es innegable que los anteriores debían no sólo de ser revisados, sino actualizados en un contexto mundial muy diferente al de tan solo unos años; pareciera que parte del debate es sobre temas que tienen que ver con el adoctrinamiento de nuestros niños cuando el fondo debiera de ser el rigor científico y pedagógico con el que fueron diseñados.

La ley marca claramente las etapas necesarias para que un libro de texto llegue a las aulas de nuestro país; desafortunadamente esta metodología no fue cumplida, no hubo ni consultas con expertos, ni foros nacionales de discusión, es más, la sinrazón es tan grande que decidieron “blindar la información por 5 años” por lo que no es posible tener acceso a la misma; por ello las acciones legales y administrativas que han concedido en contra de su distribución. Lamentable que no se reconozca que el encargado de su implementación Marx Arriaga no haya cumplido la ley, siguiendo el ejemplo presidencial, y contaminara un tema central del debate público con temas meramente ideológicos.

Lamento que la gobernadora Marina del Pilar nuevamente sea la primera es suscribir públicamente un desplegado apoyando la implementación de estos libros, conociendo el daño que los mismos, la ausencia de la enseñanza de matemáticas, química y física, que producirá en nuestros niños, no en los suyos que seguramente atenderán su educación en escuelas privadas, ajenos al 89% de los niños en nuestro país que atienden su formación en la escuela pública. Otra vez el cortoplacismo de quedar bien con el presidente; lástima, tenemos a una gobernadora joven sin el ánimo de ver por nuestros niños, es una pena, pero tiene ideas “viejitas”.

Es imponderable que el debate respecto al nuevo material sea centrado en relación a la falta de rigor científico y la ausencia de materias necesarias para formar ciudadanos preparados para nuestra realidad mundial; dejemos el adoctrinamiento para el ámbito privado de nuestras casas. #MiVotoNoSeToca

* El autor es empresario y ex Presidente de Coparmex Mexicali.

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