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La mujer

Acabamos de celebrar a la MUJER, ser indispensable en el mundo.

Acabamos de celebrar a la MUJER, ser indispensable en el mundo. Sin ella, nadie de nosotros existiríamos. Dios, en su infinita sabiduría, le dio ese privilegio exclusivo: ser portadora de la vida, alma de la familia, lazo amoroso entre el esposo y los hijos, y el compromiso de entrega generosa a quienes tiene cerca, definiendo su esencia, su riqueza interior.

Hoy existe mucha manipulación para ellas, en ideologías contrarias a su ser femenino, llevándolas a igualarse al hombre, dando un valor falso a la “igualdad”. Por supuesto el hombre y la mujer, somos iguales en dignidad, pero física y psicológicamente diferentes.

Al respecto, William Golding (1911-1993), dijo: “Creo que las mujeres están locas si pretenden ser iguales que los hombres. Ellas son bastante superiores, siempre lo han sido. Cualquier cosa que le des a una mujer lo hará mejor. Si le das esperma, te dará un hijo; si le das una casa, te dará un hogar. Si le das alimentos, te dará una comida. Si le das una sonrisa, te dará su corazón. Ella engrandece y multiplica cualquier cosa que le des”.

Actualmente entre la juventud hay mucha confusión, provocada por el feminismo radical que aprovecha esta fecha, para promocionar el aborto, el odio hacia los hombres, el patriarcado y la supuesta igualdad de género, entre otras cosas.

Sería insensato ir en contra del día internacional de la mujer. ¿Cómo no denunciar tantos feminicidios, y todo lo que sufre la mujer? Pensemos en la supresión de la maternidad en China, el precio de la mujer en el mundo islámico, la soledad de tantas mujeres que con valentía se hacen cargo de su hogar. ¿Cómo no denunciar esto en un día que parece tan apropiado Y aquí la trampa. Porque detrás de estos trágicos hechos, se tapa una gran verdad. El día internacional de la mujer no se concibió en el incendio de una fábrica de Nueva York el 5 de marzo 1911, donde murieron 123 mujeres, sino en una conferencia de mujeres socialistas celebrada en 1910 y que dio inicio a la revolución bolchevique en Rusia; de ahí el origen de su violencia.

Es cierto que hay mujeres heridas, golpeadas y en situaciones injustas, por eso, no debemos permitir que el feminismo radical, se aproveche de esas heridas para sacar una partida política. Las mujeres que caen en el feminismo radical, han pasado por terribles situaciones, pero en vez de ayudarlas y levantarlas, el marxismo se ha aprovechado de sus heridas, las ha llenado de resentimiento y odio, las ha proclamado víctimas de un supuesto patriarcado y las ha hundido en lo más profundo de la amargura que huele a muerte. Celebrar a la mujer al estilo feminista radical marxista comunista? Jamás.

Celebremos mejor a la familia, a la vida, al niño por nacer, a las madres, a la mujer con valores y luchemos por devolver le la dignidad a tantas mujeres que sufren en el mundo. Incluso las feministas radicales, quienes son tal vez las más necesitadas pero las que lamentablemente rechazan más que nunca, el amor que quizá nunca tuvieron.

*- La autora es consejera familiar.

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