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CFE electrocutada

La ira ciudadana explotó, quemó la parsimonia de una burocracia federal que arropa a la soberbia CFE que ve pasar el mundo.

La ira ciudadana explotó, quemó la parsimonia de una burocracia federal que arropa a la soberbia CFE que ve pasar el mundo, como si nada pudiera afectarla. Ese monstruo de mil cabezas que te cobra recibos locos, que te corta el servicio, que hace apagones, que te humilla con un trato intransigente. La CFE se vio expuesta y por fin tuvo que actuar muy a su pesar; la movilización ciudadana harta de sus mentiras y políticas erráticas la movió. El reumático paquidermo se movió, ante una rebeldía ciudadana que exigía respuesta, mientras bloqueaba calles. De nueva cuenta salieron los ciudadanos para reclamar por su derecho al mejoramiento de los servicios públicos. Recordamos las principales movilizaciones que han marcado la vida pública social de la capital bajacaliforniana; en los años noventa estuvieron marcadas por los reclamos de una tarifa eléctrica justa. Tenemos presente aquella de 1990 que llenó la Plaza de los Tres Poderes en una visita del ex presidente, Carlos Salinas de Gortari, quien no quiso enfrentar a la multitud ante el reclamo por una tarifa eléctrica justa.

Años después se aprobó la 1F. Luego vinieron las históricas manifestaciones del 2017, también relacionadas con servicios, como eran la Ley del Agua, reemplacamiento y uno de carácter federal que era el incremento a la gasolina. El hartazgo se convirtió en rebeldía y toma multitudinaria del Centro de Gobierno. Hasta llegar a lo acontecido la semana pasada, en donde la falta de luz y apagones generaron la ira ciudadana, que provocó el bloqueo de calles y avenidas de gran tránsito. Esto hizo que la Comisión Federal de Electricidad trabajara a marchas forzadas, ya que el escenario se les había calentado. Y es que desafortunadamente todo el trabajo que se hacía desde el estado o el municipio para enfrentar los vientos y lluvias, como limpiar alcantarillas, arreglar lámparas, recoger la basura, desaguar los puentes, entre otras actividades, se venía abajo con la inoperancia, la falta de aplicación y habrá que decirlo la infraestructura vieja y con falta de mantenimiento. Los mexicalenses prendían veladoras y rezaban para que la lluvia, aire, calor no afectaran aún más los postes, cables, transformadores o estacionamientos de suministro de energía.

Pero los mayores reportes por el huracán Hilary se los llevaba la paraestatal, generando obviamente la inconformidad social. A base de “golpes” la dependencia federal entendió que estaba obligada a solucionar los problemas o cuando menos darle una explicación a los miles de cachanillas afectados por la falta de servicio, que ya venían arrastrándose desde semanas anteriores con apagones y la descompostura de aparatos electrónicos. El pasado fin de semana se salió de control lo generado por la empresa de “clase mundial”, al no solucionar los problemas rápidamente. Desafortunadamente en este escenario también se dio una lucha de ciudadanos contra ciudadanos. Unos bloqueando las calles por las infinitas horas sin luz y otros queriendo cruzar por dichas vialidades y no perder tiempo. Pero ahí quedó el malestar ciudadano reflejado en su máxima expresión contra una institución ciega, sorda y muda. Casi una semana después de acontecidas las intensas lluvias se logró, a base de presión, solucionar prácticamente todos los desperfectos generados por la lluvia y vientos, dejando una CFE electrocutada.

La verdad sea dicha.

* La autora es directora del portal MF Noticias Mexicali.

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