Edición México
Suscríbete
Ed. México

El Imparcial / Columnas / Columna Mexicali

Alipús

Pues no está usted para saberlo, pero recientemente tuve un subidón de presión arterial. Raudo y veloz fui a consultar a una doctora que me ayudo a corregir la alteración. Y hoy, a dos semanas de distancia y sin que sea prescripción médica, estoy a punto de echarme un alipús.

Pues no está usted para saberlo, pero recientemente tuve un subidón de presión arterial. Raudo y veloz fui a consultar a una doctora que me ayudo a corregir la alteración. Y hoy, a dos semanas de distancia y sin que sea prescripción médica, estoy a punto de echarme un alipús.

Lo hago por tres razones: la primera, porque me siento muy bien; la segunda, porque tengo edad más que suficiente para correr el riesgo y la tercera, porque de veras se me antoja bastante. Y quizá, hasta resulte desinfectante…

Pero antes de hacerlo, investigué un poco sobre los beneficios y efectos que conlleva el tequila para la salud. ¡Salud, pero sin pasarme de la raya!

El destilado de agave tequilana (dicho prosopopéyicamente) es un relajante muscular que libera de presiones. Por ello, disminuye el estrés: a veces, ¡en un dos por tres! Además, también ayuda a disminuir los niveles de colesterol porque disuelve la grasa.

Y, al disminuir el colesterol mejora la presión arterial. ¡Ahí está! Más claro que el tequila blanco que estoy a punto de degustar. Por supuesto, 100% de agave.

Mire usted, lo que bien se produce de agave es bajo en calorías. Por eso hay que beberlo solo; me refiero sin mezcla alguna y mantener la sana distancia con los charros negros, margaritas, cocteles y menjurjes a base de tequila para evitar el azúcar.

También se dice que contrarresta la diabetes porque el agave estimula la hormona que incrementa la producción de insulina. ¡Qué maravilla!

Y, por si todo lo anterior fuera poco, el tequila también mejora la salud intestinal, porque combate la molesta colitis y el síndrome de intestino irritable, que no sé bien a bien lo que sea, pero con sólo leerlo me sentí irritado.

LA PALABRA DE HOY: ALIPÚS

Conforme a lo escrito por Arturo Ortega Morán en sus Cápsulas de Lengua, la palabra alipús surge a principios del siglo XIX para nombrar a las bebidas alcohólicas de bajo costo que se conseguían en las farmacias. El origen semántico de alipús se deriva de “alpús” (de origen incierto) que -un conocedor cabal de nuestra lengua- dice que significa barato.

En otra fuente leí: “El alipús eran una especie de elixir aromático que en las boticas de antaño se vendía como tónico”. Pero, al ponerle un chorrito de alcohol se volvió una “bebidas espirituosa”, pero de dudosa calidad.

DE MI FONOTECA: “LA BARTOLA”

El genial Chava Flores compuso “La Bartola”, cuya letra dice: “¡Oye, Bartola! / hay te dejo estos dos pesos, / pagas la renta, el teléfono y la luz. / De lo que sobre, / coges de ahí para tu gasto. / Guárdame el resto, / para comprarme mi alipús...

El dinero que yo gano, / toditito te lo doy, / te doy peso sobre peso, / siempre hasta llegar a dos…”

Bueno, fuera de una etimología vaga y un par de estrofas de una célebre canción mexicana; lo cierto es que, la moderación es clave para no traer “entre pecho y espalda” un chorro de alipuses.

*- El autor es profesor de Redacción Creativa en Cetys Universidad.

En esta nota