El trastorno del sueño más devastador de todos, según un experto
Dr. Carlos Schenck, especialista en parasomnias, explica que este trastorno ocurre durante las fases más profundas del sueño y es difícil de tratar, con una tasa de éxito limitada.
CIUDAD DE MÉXICO.- Jill, una mujer de 62 años que vive cerca de Minneapolis, comenzó a experimentar un extraño comportamiento mientras aún estaba en la secundaria: comía durante su sueño sin recordar nada al despertar. Cada mañana encontraba envolturas y restos de comida en su cama, desconcertada por lo sucedido la noche anterior. Durante décadas, Jill enfrentó este problema en silencio, sin que médicos o conocidos comprendieran lo que le ocurría. “Muchos piensan que es simplemente levantarse por un bocadillo, pero esto es mucho más complejo”, explica Jill.
Este comportamiento inconsciente, conocido como trastorno de comer relacionado con el sueño, afecta significativamente la vida diaria de quienes lo padecen. Jill detalla cómo no solo se levantaba una vez durante la noche, sino que podía consumir grandes cantidades de alimentos en múltiples ocasiones. “Nunca es comida saludable, siempre es chatarra”, comenta. La falta de descanso y la mala alimentación la hacían sentirse agotada y enferma durante el día, lo que deterioró su calidad de vida durante años.
Impacto del trastorno y tratamiento
El trastorno de comer relacionado con el sueño, una parasomnia similar al sonambulismo, es uno de los más difíciles de tratar, según el Dr. Carlos Schenck, experto en este tipo de trastornos en el Centro Médico del Condado de Hennepin, en Minnesota. Schenck menciona que las personas afectadas por este trastorno suelen sufrir descontrol en su alimentación nocturna, lo que les provoca aumento de peso y problemas de salud como la diabetes y la hipertensión. “Es devastador para sus vidas”, afirma el especialista.
De todas las parasomnias, el trastorno de alimentación relacionado con el sueño tiene el peor impacto en la vida de las personas, afirma Schenck.
El trastorno ocurre durante las fases más profundas del sueño, cuando una parte del cerebro se activa mientras la otra permanece dormida. Durante este estado, las personas no tienen control sobre sus acciones, lo que las lleva a consumir grandes cantidades de alimentos ultraprocesados. Schenck destaca que las posibilidades de éxito en el tratamiento son limitadas, ya que solo dos tercios de los pacientes logran una mejora significativa.
Desafíos en la vida de Jill
Jill enfrentó su trastorno mientras intentaba llevar una vida normal, pero los médicos a menudo no comprendían su problema. “Me hacían sentir que era mi culpa, como si yo tuviera el control”, dice Jill, frustrada por las respuestas inadecuadas que recibió durante años. No fue hasta que descubrió el centro de Schenck en Minneapolis que encontró respuestas y comenzó a recibir el tratamiento adecuado.
En un estudio de sueño, se descubrió que además del trastorno de comer dormido, Jill también sufría del síndrome de piernas inquietas, lo que agravaba su situación nocturna. Este trastorno neurológico provoca movimientos involuntarios de las extremidades, lo que dificulta aún más el descanso nocturno. El síndrome de piernas inquietas es una de las posibles causas del trastorno de comer dormido, junto con el sonambulismo, la apnea del sueño y ciertos medicamentos.
Avances y recomendaciones
Después de más de 20 años de lucha, Jill ha logrado mejorar su calidad de vida gracias a un tratamiento que incluye una combinación de tres medicamentos. Aunque todavía enfrenta noches difíciles ocasionales, en su mayoría, ha recuperado el control. Evita mantener alimentos desencadenantes en su casa, aunque a veces cede ante la tentación cuando sus nietos la visitan.
Jill agradece haber encontrado finalmente a un médico que entendiera su condición y le brindara la ayuda necesaria. “Hay miles de personas que pasan por lo mismo, y mi corazón está con ellas”, dice, ofreciendo palabras de aliento a quienes padecen este trastorno. Su consejo es claro: no rendirse. Jill recomienda ser proactivo en la búsqueda de respuestas, investigar sobre el trastorno y solicitar un estudio del sueño para identificar las causas subyacentes.
Factores Contribuyentes y Tratamientos
Finalmente, Schenck identifica varias causas posibles para el trastorno de alimentación relacionado con el sueño, incluyendo el sonambulismo, la apnea del sueño, ciertos medicamentos para el insomnio y el síndrome de piernas inquietas, como en el caso de Jill. Además, el contexto cultural de la dieta y las restricciones alimenticias también pueden jugar un papel. “El trastorno de alimentación relacionado con el sueño es predominantemente femenino, mientras que la sexsomnia es más común en hombres”, señala Schenck. Las experiencias personales y las influencias culturales pueden influir en el desarrollo de este trastorno.
El tratamiento de Jill con medicamentos ha mejorado significativamente su calidad de vida, aunque aún enfrenta desafíos ocasionales. “A veces los medicamentos no funcionan, y es agotador”, dice Jill. Sin embargo, mantiene una actitud positiva y se esfuerza por llevar una vida más saludable y equilibrada.
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