¿Qué pasaría si no bebieras agua?

CIUDAD DE MÉXICO.- En el fascinante mundo del cuerpo humano, el agua juega un papel estelar, siendo virtualmente omnipresente, desde la humedad del suelo hasta las células internas. Mia Nacamulli explora en su charla "¿Qué sucedería si no bebieras agua?" la importancia crítica de este líquido vital y las consecuencias de no consumir la cantidad adecuada.

En el momento del nacimiento, los bebés humanos son sorprendentemente más acuosos que un pez, compuestos en un 75% de agua, aunque esta proporción disminuye al 65% para su primer cumpleaños. Los adultos, por otro lado, tienen entre 55-60% de agua, dependiendo de factores como ubicación, índice de grasa, edad y género.

¿Por qué es esencial el agua?

Resulta que el agua en nuestros cuerpos cumple diversas funciones cruciales: amortigua y lubrica las articulaciones, regula la temperatura y nutre el cerebro y la médula espinal. Sorprendentemente, el cerebro y el corazón de un adulto son casi tres cuartas partes agua, una proporción comparable a la humedad presente en un plátano.

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La IA te da recomendaciones para saber cuánta agua beber en el día

Aunque estamos rodeados de agua, diariamente perdemos de dos a tres litros a través del sudor, la orina, los movimientos intestinales e incluso la respiración. Esta pérdida, esencial para la supervivencia, debe ser compensada para mantener un equilibrio hídrico saludable y evitar problemas como la deshidratación o la sobrehidratación.

La deshidratación, al detectarse bajos niveles de agua, desencadena la liberación de la hormona antidiurética, que permite que la sangre absorba y retenga más agua, resultando en una orina concentrada y oscura. Los efectos de la deshidratación van desde una notable disminución de la energía y el estado de ánimo hasta signos de deterioro cognitivo.

En el extremo opuesto, la sobrehidratación, común en atletas que consumen grandes cantidades de agua en períodos cortos, puede llevar a la intoxicación por agua. Esto diluye los electrolitos de sodio en el cuerpo, causando hinchazón celular y, en casos extremos, puede provocar síntomas graves como dolores de cabeza, vómitos e incluso convulsiones.

Para mantener un sistema bien hidratado, la cantidad recomendada de agua varía entre 2.5-3.7 litros para hombres y 2-2.7 litros para mujeres, ajustándose según factores como peso, actividad física y entorno. Además, no solo el agua potable contribuye a la hidratación; bebidas como el café y el té, así como alimentos ricos en agua, como frutas y verduras, desempeñan un papel vital en este proceso.

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El agua es más que una simple necesidad fisiológica; es la esencia misma de nuestro ser. Mantener un equilibrio adecuado es clave para un funcionamiento diario óptimo y, según estudios, puede incluso reducir el riesgo de enfermedades como el accidente cerebrovascular, gestionar la diabetes y disminuir la posibilidad de ciertos tipos de cáncer. Así que, ¡a beber agua por nuestra salud!