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El Imparcial / Tijuana / Crisis migratoria

Abuela, hijos y nietos buscan protección en Estados Unidos

El denunciar el despojo de animales y terrenos ante la Fiscalía General de Michoacán le costó la vida a la tía de Cristina, una joven agricultura.

Tijuana, B.C.- En Tijuana sigue el arribo de las familias desplazadas de la violencia del crimen organizado de Michoacán, quienes buscan la protección de Estados Unidos debido a que desconfían del gobierno mexicano.

El denunciar el despojo de animales y terrenos ante la Fiscalía General de Michoacán le costó la vida a la tía de Cristina, una joven agricultura.

Cristina relató que los empleados de la dependencia filtraron la información a un cártel el 26 de septiembre y desde ese día las amenazas de su muerte hacia la familia no han cesado, a pesar de que cobraron la vida de la tía en el municipio de Huacana, Michoacán.

Un amigo de ella le hizo creer que había llegado un nuevo gobierno a Huacana que iba a despojar a todos los del cartel para recuperar las tierras perdidas. Este señor le llama y le dice que iban a recuperar sus tierras. Ella toda ilusionada fue con sus documentos el 26 de septiembre. Nos quedamos esperando su llamada", recordó.

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El 28 de septiembre el cuerpo de su tía fue encontraron en un arroyo que la población lo utiliza para orinar.

Asilo humanitario

No obstante, el crimen organizado también atentó contra la vida de la señora 'Ana', 70 años y abuela de la familia, a quien dejaron semiparalítica.

Por ello, la familia llegó a Tijuana para conseguir el asilo humanitario o una protección especial de Estados Unidos, pues en México están en peligro.

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"Si no nos las da, nos van a matar a todos. Queremos estar en Estados Unidos por la seguridad. Ya no podemos confiar en el gobierno, ya vimos lo que nos sucedió, asesinaron a nuestra tía", advirtió Cristina.

El Imparcial: imagen de artículo

Su abuela recordó su juventud en Huacana, a donde ya no regresará.

"Antes ni era así. Antes andaba uno bien en sus tierras, todos sembrábamos bien. Pero todo está delincuencia ha sido mala, desaparece gente. A los que no quieren lo desaparecen y no lo hallan los familiares. Éamos pobres, mi papá sembraba para darnos de comer, pero estábamos seguros".

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