De nuevo Trump

Un fantasma recorre Estados Unidos. Es el fantasma de Donald Trump que ha sacudido la política estadounidense como nadie en el siglo 21 y que se juega el futuro político en las elecciones intermedias de este martes 8 de noviembre. Si este martes los candidatos apoyados por Trump obtienen victorias y si el Partido Republicano se convierte en el partido mayoritario en ambas Cámaras del Congreso, el trumpismo se consolidaría y los demócratas, independientes y moderados de ambos partidos estarán en una grave crisis para la presidencial del 2024.

En la democracia estadounidense las elecciones intermedias parecen tener un guión que se repite y repite cada 2 años: la oposición siempre avanza en las elecciones intermedias o lo que es lo mismo, un Presidente en funciones casi siempre pierde apoyos en el Congreso. Normalmente un buen candidato presidencial gana la elección y su partido se beneficia de esto y obtiene mayorías legislativas, pero el poder desgasta y un Presidente en funciones casi siempre pierde una o las dos Cámaras legislativas. El electorado estadounidense casi siempre elige contrapesos, gobiernos divididos en una elección intermedia. La elección de este martes será una elección típica en ese sentido. Muy probablemente el presidente Biden perderá las mayorías legislativas demócratas en la Cámara de Representantes y también parece que en el Senado. La oposición republicana avanzará. Esto es business as usual o lo mismo de siempre.

Sin embargo, esta elección es atípica por varias razones, pero principalmente por la fuerza de los populismos de derecha antidemocráticos que siempre han existido en EU, pero que tomaron fuerza a partir de la candidatura de Donald Trump en 2016. Estos movimientos son difíciles de homogeneizar, pero hoy los une una desconfianza en las instituciones electorales, que se basa en reclamar fraude electoral en las elecciones del 2020, así como un desprecio por los adversarios, por las minorías raciales, disidentes sexuales y por los derechos sexuales y derechos reproductivos. En muchos sentidos, son supremacistas blancos que tienen en Trump un referente. Casi 300 candidatos en todo el país son trumpistas con estos valores. La contienda en

Pennsylvania es un claro ejemplo de esto. Doug Mastriano, el candidato a gobernador republicano, y Mehmet Oz, el candidato republicano al Senado, han señalado que hubo fraude en el 2020, Mastriano incluso participó en el asalto al Capitolio de enero de 2021 y ambos prometen luchar contra las causas woke o progresistas.

La elección de este martes también es atípica porque el presidente Joe Biden llega muy debilitado. No solo tiene una baja popularidad, lo cual es bastante común, sino que además hay varios demócratas que no lo quieren como candidato presidencial para el 2024 porque dudan que tendrá la fortaleza física y mental necesaria para competir contra Trump, De Santis o alguna otra figura del nivel. Si los demócratas sufren una paliza electoral esta noche, la presión para que Biden no sea candidato aumentará y los demócratas entrarán en el dilema de a qué tipo de candidato moderado elegir y que pueda ser atractivo para ese sector electoral más inclinado a la derecha, pero que teme los excesos del trumpismo.

Un último factor atípico de esta elección es la altísima participación de quienes votaron ya de manera anticipada. Casi 40 millones de personas emitieron ya su voto por correo. Eso puede indicar que sí hay interés por estos comicios o que hay temor a que la jornada sea violenta. En cualquier caso, el voto anticipado podría beneficiar a los demócratas y ser la barrera que necesitan para mantener al menos el control del Senado.

Al final de la jornada electoral será fundamental escuchar el mensaje de Donald Trump respecto al 2024. No es un buen momento para la democracia estadounidense y la relación bilateral con México se sacudirá con el cambio de aires en Washington, ya veremos hasta qué punto y si esto impacta la definición de candidaturas presidenciales en México también.