Dolor crónico puede alterar nuestras emociones a nivel bioquímico
Impacta directamente en nuestro lóbulo prefrontal. Se trata de una de las áreas del cerebro más desarrolladas, responsable de procesar nuestra información cognitiva.

Las personas que padecen de dolor crónico tienden a presentar problemas de sueño, falta de apetito, sufrir de ansiedad y hasta perder el deseo sexual. En ese sentido, una nueva investigación señala que el dolor crónico puede alterar nuestras emociones a nivel bioquímico.
Eso debido a que impacta directamente en nuestro lóbulo prefrontal. Se trata de una de las áreas del cerebro más desarrolladas, responsable de procesar nuestra información cognitiva y, en su defecto, nuestras emociones. En concreto, los autores señalan que la depresión o la ansiedad son producto de la forma cómo estas células se comunican.
“El dolor crónico es más que una sensación terrible. Puede afectar nuestros sentimientos, creencias y nuestra forma de ser”, comenta la neurocientífica y psicóloga de la Universidad de Nueva Gales del Sur, Sylvia Gustin.
Dolor crónico afecta la producción glutamato cerebral
Estudios han demostrado que cuando una persona se ve afectada por el dolor crónico, la producción de glutamato cerebral tiende a disminuir. En efecto, se produce una alteración entre las comunicaciones nerviosas y en nuestro estado de ánimo en general, indica Tekcrispy.
En este caso, los investigadores detectaron que el dolor crónico está asociado con una disminución del aminoácido GABA (ácido gamma-aminobutírico), un neurotransmisor inhibidor en la corteza prefrontal medial. Esa deducción la hicieron después de haber analizado los escáneres cerebrales de 48 participantes de un experimento.
“Sin GABA, los cálculos realizados en la parte frontal de nuestro cerebro que se ocupan no solo de nuestras respuestas emocionales, sino también de pensamientos y acciones razonados, se amplifican”, se indica en el estudio.
Conocer cómo funcionan los neurotransmisores, puede ayudarnos a comprender el funcionamiento del cerebro humano
Hasta hace poco, la relación dolor crónico- alteración de GABA solo se había podido detectar en los ratones. Si bien es cierto que compartimos similitudes a nivel cerebral, no se había establecido en los seres humanos. Básicamente porque GABA es un neurotransmisor que mantiene a raya la actividad neuronal en general en todo el sistema nervioso.
No obstante, saber si estos neurotransmisores tienen la capacidad de alterar nuestras emociones cuando nos encontramos bajo un dolor crónico, será muy provechoso para comprender mejor cómo funciona nuestro cerebro, incluso “señala el camino hacia nuevos métodos que nos permitan mejorar nuestro estado de ánimo”, concluyen los investigadores.
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