Patricia Alonso Ramírez: Pionera del movimiento feminista en Sonora

La injusticia y la discriminación que sufren las mujeres campesinas pese a la abnegación hacia sus parejas, hermanos y padres, motivaron a Martha Patricia Alonso Ramírez a luchar en favor de los derechos de las féminas, aunque en el camino se encontró con obstáculos como el machismo.

La presidenta de Cobanaras Federación recordó que, en sus inicios y con todo y la actitud infantil propia de los 16 años de edad que contaba, ya defendía el activismo y formó el primer grupo feminista en Sonora, donde impulsó la conmemoración del Día de la Mujer.

“A los 17 años me incorporo al movimiento estudiantil de la Universidad de Sonora y empiezo a tener contacto con mujeres que planteaban el feminismo”, rememoró, “nuestro trabajo fue integrar el primer grupo feminista en Sonora, que se llamó Grupo Autónomo de Mujeres en Lucha”.

Corría el año de 1976 cuando de Navojoa se fue a estudiar la carrera de Trabajo Social al campus de Hermosillo, donde la influencia de líderes estudiantiles la llevaron a las luchas sociales.

“Creo que ahí empezó todo: Imagíname de 16 años hablando ante muchísimos estudiantes, muy impresionante; inmediatamente brinqué a la federación de estudiantes. Me eligieron parte del Comité Coordinador como responsable de finanzas, y ahí empieza mi participación”, abundó.

Al culminar sus estudios en 1980, ingresó a trabajar a la Sagarpa en el área de apoyo a campesinos, y por su experiencia dentro del activismo se une al Frente Campesino Independiente Revolucionario.

“Ese movimiento encabezó las luchas del movimiento campesino de 1973 a 1976. Me expulsan del Frente Campesino en el 85 porque había un grupo grande que quería que yo fuera la dirigente, y entonces el líder principal me acusó como integrante de la CIA”, contó.

Sin el apoyo de su familia, reconoció, hubiera sido más difícil su participación en la lucha por los derechos de las mujeres, pues gracias a que su padre no la reprimió pudo viajar hasta la capital del Estado a desarrollarse de manera profesional.

“El primer recuerdo que tengo es todo lo que le decían a mis papás, de que si me dejaban ir a la Universidad de Sonora hasta Hermosillo regresaría al año siguiente embarazada”, agregó.

A sus 57 años de edad, afirmó, es el referente de su familia en temas políticos y de interés social.

“Hasta la fecha soy la referente de mi familia para todos los análisis políticos, de la grilla, dicen ellos. Llego y ya me están esperando: Tengo un hermano sacerdote que me pregunta cómo la veo en Obregón”, compartió.

La base familiar ayudó a que en la administración de 1993 a 1994 se convirtiera en regidora en el Municipio de Álamos y fundara Cobanaras Federación, lo que la impulsó para ocupar una diputación plurinominal, desde donde logró la Ley contra la violencia intrafamiliar.

El acceso a la información es la ventaja que tienen las niñas y jóvenes en una sociedad que sigue siendo machista, aseveró, por lo que las nuevas generaciones deben defender lo que se ha ganado en el tema de equidad y derechos de la mujer.

Pese a la ventaja de las niñas y jóvenes de esta generación, lamentó el desconocimiento de la historia y el sacrificio de la lucha que les permite hoy en día disfrutar de libertad.

Las frases que aún se escuchan en Sonora muestran una realidad machista y misógina, consideró, en la que no se valora la importancia de la mujer en todos los ámbitos de la vida.

“Desde “calladita te vez más bonita” -que es odiosísima para nosotras-, hasta “las mujeres están mejor cargadas y en el rincón, como una escopeta”; otra es la que hizo célebre Vicente Fox, de “lavadora de dos patas”. Son muchas, pero como que algunas nos llegan más a unas que a otras”, recalcó.

La lucha ha sido larga y difícil, aseguró, pero llena de satisfacciones, pues se han conseguido logros importantes como la Ley de paridad de género.

“Creo que la aportación del movimiento de mujeres y de las feministas ha sido muy importante para ese avance que hemos tenido en Sonora; incluso en algunos casos hemos sido la lanza a nivel nacional, como con la Ley de paridad del 50-50; fuimos las primeras, el primer Estado que aprueba una ley de esta naturaleza.

A nivel mundial era nada más París, Francia, y nosotros”, subrayó.

La violencia, expresó, no respeta clases sociales: Se trata de una lucha frontal que tiene el movimiento feminista, dijo, aunque “nosotras nos desesperamos, porque parece que en vez de disminuir, va creciendo como una bola de nieve que no cesa”.