Edición México
Suscríbete
Ed. México

El Imparcial / Columnas / Columna Sonora

¿Cuál ajuste de cinturón?

Según la Iniciativa de la Ley de Ingresos de la Federación (ILIF), la cifra puntual propuesta por el Gobierno federal es de 8.3 billones de pesos.

No es la misma el discurso político que la realidad económica.

Mientras el presidente Andrés Manuel López Obrador ondea la bandera de la austeridad republicana y remacha con la pobreza franciscana, la economía mexicana sigue “a ras de suelo” y la Ley de Ingresos de la Federación se mueve por todo lo alto.

De acuerdo con el Paquete Económico 2023, los ingresos del sector público superarán por primera vez en la historia los 8 billones de pesos (millones demillones).

Según la Iniciativa de la Ley de Ingresos de la Federación (ILIF), la cifra puntual propuesta por el Gobierno federal es de 8.3 billones de pesos.

Este monto nominal, de aprobarse, significará el 45.3% del PIB mexicano; también el porcentaje más alto de la historia contemporánea.

En lo que va del sexenio de López Obrador, la evolución anual de los ingresos del sector público no handejado de crecer.

El 2019 respecto al 2018, subieron 558 mil 392.7 millones de pesos y un año después en 269 mil 672.7 millones.

Del 2020 al 2021 el alza fue de 188 mil 3.8 millones de pesos y después de ello se dispararon las exigencias monetarias del sector público federal, ya que del 2021 al 2022 el ingreso extra solicitado fue de 792 mil 514.1 millones y para el ejercicio fiscal del año entrante la petición adicional es de 1.2 billones de pesos.

Esto significa que los extras que se pidieron en la Ley de Ingresos de la Federación (LIF) para los ejercicios del 2020, 2021 y 2022 suman el equivalente a lo que está requiriendo (en una sola exhibición) el presidente López Obrador para el año entrante.

Para “los mal pensados” el presupuesto extraordinario para el 2023 responde más a los ejercicios electorales del Estado de México y de Coahuila, que a los programas sociales que frecuentemente son presumidos en Palacio Nacional.

En contraste, para “los bien pensados”, el Gobierno federal quiere más recursos para empezar a cerrar “con broche de oro” el transformador sexenio lopezobradorista, asegurando el fondeo para los proyectos insignia.

NO LE ATINAN A UNA

Cuando el Presidente andaba en campaña hace 10 años, prometía que de ganar las elecciones en el 2012, impulsaría un crecimiento económico del 6% anual.

En plena pandemia, a mediados del 2020 y ya como jefe del Ejecutivo federal, López Obrador criticaba la importancia que se le daba al indicador del PIB, pero aseguraba que trabajaba en un nuevo indicador para medir el crecimiento y a la vez renovaba su promesa, ahora de un 4% anual y un 6% para el final de su sexenio.

Pues bien, ni uno ni otro porcentaje se ve factible para el último tercio que le resta al tabasqueño en Palacio Nacional.

El mandatario ha sacudido tanto el árbol y ninguneado a los inversionistas, que está difícil que la economía nacional crezca más allá del 2% anual en la recta final del sexenio.

La brava actitud presidencial ha espantado incluso los crecimientos orgánicos (expansiones de los negocios), contimás las inyecciones nuevas de recursos.

Además, el sector público “está metiendo su cuchara” en la actividad productiva, forzando asociaciones en los llamados sectores estratégicos.

Otro punto negativo para la atracción de capitales al País.

En este entorno, el crecimiento económico de corto plazo es tímido, y cercano a cero para el mediano y largo plazo, más sin embargo, los pronósticos alegres siguen abundando entre los economistas del Gobierno federal que ven un avance del PIB del 2.4% para este 2022 y del 2.1% para el año que entra.

Ya encarrerados en su “mundo fantástico”, estiman una inflación del 3.2% para el 2023, un tipo de cambio de 20.60 pesos por dólar y un precio promediodel petróleo (mezcla mexicana) de 68.7 dólares por barril.

En cuatro años de la actual administración federal, el PIB es inferior en 3.1% al del 2018 y seguirá abajo a pesar de las proyecciones que se anuncian desde Hacienda.

Pero no obstante las penurias macroeconómicas, los ingresos del sector público crecen y crecen.

¿MUCHO AMOR PARA DURAZO?

Es evidente que el gobernador Alfonso Durazo tiene el espaldarazo del Presidente de la República, pero ¿lo tiene también en materia presupuestal?

En términos nominales los ingresos del sector público federal, crecerían para el 2023 un 17.1% al pasar de 7.1 billones a 8.3 billones de pesos.

Las participaciones federales aumentarán 9.9%, sin embargo, Sonora no alcanzará ese incremento. Luego entonces: Amor que no se refleja en el presupuesto, no es amor.

Javier Villegas Orpinela tiene maestría por el Itesm, economista UANL y diplomado en Northwestern University. Director de la revista Correo y profesor de Economía en la Unison.

Sigue nuestro canal de WhatsApp

Recibe las noticias más importantes del día. Da click aquí

Temas relacionados