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El Imparcial / Hermosillo / drogadicción

Proponen trabajar en componer tejido social y atacar drogadicción

El 27 de febrero pasado se consumó el sexto robo en menos de un año en la casa de Mirna, una hermosillense que vive en la colonia Norberto Ortega.

Los cinco atracos anteriores no fueron tan graves. El robo de una televisión o la búsqueda de dinero tal vez habían sido el móvil. El último fue grave: Rompieron puertas, ventanas y se llevaron buena parte de las pertenencias de su familia.

El sector Norte de Hermosillo es uno de los más afectados por la delincuencia y donde se ubican algunas de las colonias con más problemas de inseguridad, la principal causa, según Mirna, es que las autoridades solapan a los ladrones, que existen por decenas en la zona.

“La cuestión es que por ejemplo los cuerpos de prevención, las patrullas, la policía, no llegan a las casas donde está la venta de drogas, los rateros”, expresó la vecina.

De acuerdo con los expertos en seguridad, la problemática para la capital de Sonora reside en tres factores, en los cuales se debe trabajar: Mejorar la actuación de las policías, atacar la drogadicción y componer el “tejido social”.

El presidente del Observatorio Sonora por la Seguridad, Manuel Emilio Hoyos Díaz, consideró deben fortalecer principalmente a las policías municipales, las cuales están rezagadas y sin profesionalización.

“Es importante ver la seguridad desde lo local, (los policías municipales) son los que tienen el primer contacto con la población, el primer pulso de lo que sucede en las ciudades.

“Necesitamos una policías que antes que nada la doten de los insumos y las herramientas que necesita para hacer su labor… pero si no les damos seguridad social, un sueldo decoroso, pues difícilmente el policía en esa proximidad nos va a cuidar”, apuntó.

El desarrollo policial es otro tema que se ha quedado en la agenda, en aras de mejorar la actuación de las corporaciones y con ello incidir en una ciudad más segura, resaltó, ya que no existe el servicio profesional de carrera para los servidores públicos en la materia.

Afirmó que estas fallas no permiten el combate eficaz a la impunidad y la corrupción, además de que con el sistema actual un policía jamás podrá aspirar a ser jefe o comisario de una corporación ya que esos puestos se fijan de acuerdo a intereses del gobernante en turno.

Para Germán Palafox Moyers, integrante del Observatorio Ciudadano para la Convivencia y la Seguridad, en el caso de las adicciones es necesaria una política integral que vea a este flagelo como un problema de salud.

“Antes el Gobierno diseñaba una política, la instrumentaba y ahí se quedaba, ahora nosotros tratamos de participar en el diseño, en la propuesta y en la evaluación de las políticas públicas en cuanto a la eficiencia y la transparencia”, resolvió.

De no iniciar ahora con una política eficaz que contenga el consumo de drogas, dijo, se tendrán problemas aún más graves de inseguridad, que sostendrá un número mayor de delitos acompañados de violencia.

El analista de El Colegio de Sonora, Nicolás Pineda Pablos, explicó que recomponer el tejido social implica mejorar la moral de la sociedad y para ello es necesaria una política integral con la intervención de las religiones, programa de deporte y esparcimiento.

“Hay que atender a los jóvenes, el deporte, las actividades lícitas para los jóvenes, es importante mejorar el empleo y que haya modelos de comportamiento ejemplares para la sociedad, no sólo de buenos empresarios, también de buenos políticos”, enfatizó.

La toma de medidas contra la corrupción a altos niveles, superar la impunidad y fortalecer a la sociedad civil, y trabajar en una real reinserción a la sociedad de los delincuentes, son otros de los factores que ayudarán a superar la inseguridad, consideró.

En 2007 Ciudad Juárez, Chihuahua, fue considerada la ciudad más violenta del mundo. Con 25 asesinatos por encima del promedio de las ciudades más violentas del orbe, se dio un desplazamiento de sus habitantes y el cierre de cientos de negocios.

Alfonso Murguía, un empresario de la localidad, fue un participante activo de la sociedad civil para que la situación de inseguridad en esa frontera no pasara a más y lograra contenerse. Hoy viven una situación mejor.

“Cuando el presidente (Felipe) Calderón declara la guerra al narcotráfico tuvimos un enfrentamiento de tres fuerzas, dos carteles y el Gobierno. Cuando envían al Ejército y a la Policía Federal para acabar con el problema, éste se agravó y se llegó a una situación totalmente irracional”, relató.

Organizaciones de la sociedad civil, empresarios, jefes de corporaciones policiacas y el Ejército, funcionarios de Gobierno y líderes de colonias, se reunieron en mesas de trabajo para establecer acciones a las cuales se les dio seguimiento puntual.

“Lo que aprendimos fue que la policía nunca va a poder resolver un asunto de estos solo, ni el Gobierno municipal, estatal o federal van a poder resolverlo solos, la sociedad no lo va a poder resolver solo, no hay más que el conjunto de esfuerzos”, consideró.

Si bien Ciudad Juárez no tiene actualmente la mejor situación en cuanto a seguridad en México, expuso, hay todo un soporte en la sociedad que apoya para que no avance la delincuencia en el futuro mediante la prevención.

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