Las familias ricas rescatan ciudades

Efecto Multiplicador

En el mundo existen casos emblemáticos de familias que se hicieron multimillonarias gracias al dinamismo de sus ciudades y que posteriormente devolvieron riqueza, infraestructura y capital social, con el afán de fortalecer a sus comunidades y no ser ‘unos come solos’.

En México pueden mencionarse algunos casos (muy contados) y en Sonora podríamos revisarlos para comentarlos en una siguiente columna.

Pero antes de enlistar a los multimillonarios emblemáticos y sus buenas acciones, debemos puntualizar que las regiones que prosperan no son las que atraen más inversión, sino las que logran que su inversión se quede, se reproduzca y construya ciudad.

Además, las ciudades prósperas no se construyen sólo con inversión pública.

Se construyen cuando las élites económicas entienden que su riqueza depende de la fortaleza de su territorio y deciden devolverle capacidad productiva, conocimiento y futuro.

En Nueva York, por ejemplo, es muy conocido el caso de la familia Rockefeller cuya descomunal riqueza se originó gracias al petróleo y a las finanzas.

¿Qué le han regresado los Rockefeller a Nueva York y a otras ciudades del Norte y Noreste de la Unión Americana?

El Rockefeller Center (motor económico y cultural), la Rockefeller University y la famosa Chicago University, además de museos, parques y urbanismo.

En este caso la lección manifiesta es convertir riqueza privada en infraestructura urbana y capital humano.

La familia Ford también brilla por el respaldo a las comunidades de su región localizadas en los alrededores de Detroit.

Los inicios de sus ‘buenos tiempos’ se dieron en la industria automotriz.

La reciprocidad practicada por esta familia se evidenció con la Fundación Ford mediante la cual impulsan la educación, la democracia y la economía de las ciudades de su entorno.

También empujaron el desarrollo industrial de la zona y el fortalecimiento de la clase media otorgando los mayores salarios de la época.

En Alemania, específicamente en Stuttgart, la familia Bosch ha dado muchas satisfacciones a la ciudadanía. Su riqueza proveniente de la ingeniería y de la manufactura avanzada le ha dado un soporte económico de sobra, como para impulsar la educación técnica y la salud mediante la Fundación Bosch.

También promocionan la formación dual (vinculación universidades con fábricas).

Con los diversos apoyos los Bosch respaldan la competitividad basada en el talento local.

La familia Lee, creadores del corporativo Samsung, originarios de Seúl, Corea, ha hecho mucho dinero en la electrónica.

Y debido a su gran éxito han invertido millonadas en la creación de universidades, en investigación y desarrollo y en la tecnología de punta.

Así la familia Lee ha logrado insertar a su país en las cadenas globales.

Esta sobresaliente e influyente familia coreana no solamente ha sido reciproca en lo económico y social con su ciudad sino con toda su nación porque han creado conglomerados como plataforma nacional de desarrollo.

En México los casos más relevantes podrían enfocarse en tres familias: Garza Sada, Zambrano (ambas de Monterrey) y la Slim.

Los Garza Sada han hecho su riqueza en diversas industrias principalmente en la cervecera, en la acerera y en la vidriera. Han sido recíprocos con Monterrey (y con la cada más extensa área metropolitana) así como también con una buena cantidad de ciudades del País a través del Tecnológico de Monterrey y de su modelo industrial de responsabilidad social. Esta familia se inserta en las élites productivas con visión regional.

La familia Zambrano ha amasado su fortuna en la industria del cemento y de la construcción; se le reconoce su reciprocidad al impulsar la infraestructura urbana, universidades, la vivienda y la sostenibilidad.

Su idea ha sido la globalización, pero sin perder el anclaje territorial.

El caso de la familia Slim, que ha hecho mucho dinero en las telecomunicaciones en el comercio y en las finanzas, ha rescatado el Centro Histórico de la Ciudad de México, además le ha inyectado cuantiosos recursos a la educación y a la salud mediante la Fundación Carlos Slim. Su proyecto de reciprocidad se identifica más como un rescate urbano de estrategia económica, no sólo cultural.

¿La reciprocidad existe en Sonora?

A diferencia de Nueva York, Detroit o Monterrey, nuestro Estado no ha consolidado una élite económica urbana fuerte, cohesionada y con visión territorial de largo plazo.

Ha habido empresas y familias exitosas, pero poca reciprocidad estructural hacia las ciudades que generaron esa riqueza.

Esto explica, en buena medida, por qué: Hermosillo, Ciudad Obregón, Nogales o Guaymas no despegan al nivel de su potencial económico. Falta estrategia local sólida.

Javier Villegas Orpinela es presidente del Colegio de Economistas de Sonora, director de Correo y Telegrama y profesor en el Departamento de Economía de la Unison.

jvillegas@correorevista.com

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