Cerro de la Campana

Como histórica ha sido considerada la “Marcha de la Generación Z” porque los jóvenes en más de 50 ciudades del País salieron a las calles a exigir a los gobernantes paz, alto a la corrupción y oportunidades, así como el grito: “No nos callaran”.

La movilización en la Ciudad de México fue seguida con atención e inició de forma pacífica, pero al llegar al Zócalo el escenario se transformó cuando apareció el grupo llamado “bloque negro” y se desató la confrontación con la Policía capitalina, hubo gases lacrimógenos, derribamiento de las vallas de Palacio Nacional.

Esto fue visto por los manifestantes como reprobable y acusaron de represión.

Aunque este movimiento no escapó de las descalificaciones y señalamientos de los políticos, adolescentes y jóvenes entre los 15 y 28 años alzaron la voz en varios lugares del País incluidos Hermosillo, Ciudad Obregón y Nogales, donde salieron con rostros al descubierto y a ellos se sumaron ciudadanos de todas las edades.

Este colectivo expresó su indignación por el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, que había pedido seguridad y no fue escuchado, por las personas desaparecidas, por la falta de medicamentos y porque consideran que el Gobierno, encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum, no ha respondido a las demandas ciudadanas.

Este colectivo también expuso su pliego petitorio en el que piden: Un mecanismo ciudadano de revocación, elección ciudadana del sustituto, prohibición de injerencia partidista, blindaje contra compra o coacción del voto, organismo ciudadano de Transparencia Total, Reforma profunda del sistema de justicia, mejor representación popular en el Congreso, desmilitarización de la seguridad interna, fortalecimiento de la seguridad local, voces con autoridad moral, consulta pública para ampliar el pliego.

Ahora será importante conocer las posturas del Gobierno federal sobre este hecho y también de los jóvenes, quienes habían externado en redes sociales y ayer en las calles su coraje porque los políticos acusan que su protesta es producto de la manipulación política e intereses internacionales y piden reconocerla como legítima y atender sus exigencias de seguridad, justicia y un México libre.

Las expectativas de los comerciantes sonorenses están puestas en reactivar las ventas con el Buen Fin y la apuesta es un incremento del 20% en esta jornada de cuatro días que concluye mañana.

Con los descuentos, facilidades de pago y promociones atractivas se busca atraer a los compradores para reactivar la actividad comercial en un año que ha sido complicado, pero saben que están en la mejor época porque a el Buen Fin le siguen las fiestas decembrinas.

El presidente de la Federación de Cámaras Nacionales de Comercio (Fecanaco) en Sonora, Martín Zalazar Zazueta, destaca que en esta edición se han sumado más de 50 mil empresas de todos los giros.

A nivel nacional, la meta es rebasar los 200 mil millones de pesos en ventas en los más de 200 mil establecimientos que forman parte de esta iniciativa que nació en 2011 impulsada por el empresariado y el Gobierno federal para reactivar la economía del País.

Quienes esperan con ánimo los festejos navideños son los restauranteros, pues explican que han enfrentado la contracción del mercado por la incertidumbre económica, la inflación y otros factores.

Lo que indica el vicepresidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados) en la zona Norte de México, Manuel

Lira Valenzuela, es que los establecimientos han reportado una menor afluencia en este año.

Así que ven que, en la recta final del año, a partir de esta segunda quincena de noviembre, el panorama mejore con más ventas del giro restaurantero, que impactan principalmente en el empleo que generan.