No estaba tan difícil

Sergio Valle

Algún aprendizaje debió quedar tras la decisión (correcta) de reubicar el proyecto de construcción de los módulos multifamiliares que habían sido anunciados al Poniente de la ciudad, al fondo del bulevar Colosio, cerca de Estadio Sonora.

Claramente no estaba todo planchado, desde los trámites que deben hacerse hasta los escenarios posibles en materia de humor social.

El tema fue desactivado de inmediato porque no había crecido, la polémica apenas empezaba, el terreno ni siquiera había sido compactado.

Y para acabar pronto, esas casitas del bienestar ni dueño tienen todavía.

No vive nadie ahí, es monte.

Entonces en realidad no hay nadie que pueda decirse víctima de actos de discriminación y/o clasismo de parte de los habitantes de ese sector.

Por ese rumbo de la ciudad viven los clasemedieros, que con su legítimo esfuerzo profesional o empresarial están construyendo un patrimonio. Al menos en su mayoría.

Y desde luego ha de vivir uno que otro baquetón y tracalero, pero de esos hay en todas las colonias y quiero creer que son los menos.

No hay beneficiarios directos de la obra, no estaba tan complicado.

Además también son hermosillenses los que ahí viven. Muchos de ellos familias de profesionistas jóvenes que tienen sus orígenes en colonias modestas de la ciudad que lograron dar un salto en su calidad de vida, según sus muy personales estándares y eso debe respetarse.

La polémica estuvo más en redes y en uno que otro desvarío editorial.

Estaba muy parejo el piso pues, no había necesidad de andar brincando.

Ahora, de lo que haya pasado al interior del gabinete estatal con ese tema ya nos estaremos después.

La decisión fue la correcta porque pendientes hay bastantes y más importantes. Y porque la obra no se cancela, sólo se reubica.

Sobre la calidad de las casitas ya hablaremos después, cuando las hagan.

UNA DUDA

¿Que habrá pasado con las notarías de Iván Jaimes y Miguel Pompa?

Hasta donde sabemos, el que mejor pelea legal está dando es el actual senador, quien entró al cargo supliendo a Manlio Fabio Beltrones que pidió licencia quien sabe para qué, porque ahí sigue en la escena pública.

En fin, de eso hablamos luego.

El caso es que el senador Jaimes ha logrado, mediante recursos legales, mantener funcionando la notaría que se le ha querido cerrar en varias ocasiones, argumentando irregularidades en el proceso de otorgamiento.

La ha librado hasta hoy, sigue prestando sus servicios y el equipo jurídico de Palacio no ha logrado avanzar mucho.

Lo más curioso es que al mismísimo Miguel Pompa, uno de los hombres más cercanos a la ex Gobernadora, pero además convertido ya a la 4T, tiene cerradas sus oficinas. No puede operar.

El dato es curioso, por decir lo menos, porque el “beltronista” les ha ganado más que el “claudillero”, con todo y sus claros vínculos con importantes personajes del régimen actual.

No olvidemos que Pompa es colaborador y uno de los principales asesores del coordinador parlamentario de Morena en el Senado, Adán Augusto López.

Antes de eso, fue coordinador de su precampaña a la presidencia de la República en Baja California.

Entonces, no es cualquier cosa.

Claro, el tabasqueño no pasa por su mejor momento eso ya lo sabemos, pero el problema con la notaría de Pompa inició mucho antes de que se destapara el escándalo de “La barredora”.

Y viendo lo bien que le ha ido a la ex mandataria desde el sexenio anterior, llama la atención que a quien fuera su secretario de Gobierno, poderoso e influyente como pocos en su momento, nomás no le han podido destrabar el problema.

¿La suerte de su ex jefa no le alcanzó a chispear nada?

¿Qué cosas no?

OTRA DUDA

¿Qué será de Raúl Navarro Gallegos?

El ex secretario de Hacienda en el sexenio anterior, uno de los más leales a Manlio Fabio Beltrones, está sujeto a un proceso legal que hasta donde se sabe lo mantiene lejos de Sonora.

Pero nada se ha dicho ni en Palacio ni en la Fiscalía Anticorrupción ni de parte de su equipo legal.