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Marta y María

Marta y María nos recuerdan que la escucha y el servicio son dos actitudes complementarias que nos ayudan...

José  Martínez Colín

VOZ DEL PAPA

1) PARA SABER

“Que mi trabajo sea mi oración, y mi oración, mi trabajo”, es decir, ha de haber unidad entre nuestra vida de piedad y nuestras actividades. A ello se refirió el papa León XIV en la homilía del 20 de julio.

Comentó el pasaje evangélico en que dos hermanas, Marta y María, reciben a Jesús en su casa. Mientras Marta trabajaba en los quehaceres de la casa sirviendo a Jesús, María escuchaba al Señor. Comenta san Agustín que Marta pensaba cómo alimentar al Señor, pero María estaba más pendiente de ser alimentada con las delicias de la Palabra.

Pero sería erróneo ver estas dos actitudes como opuestas, dice el Papa. El servicio y la escucha son dos dimensiones gemelas de la acogida. Ambas importantes: por una parte, vivir nuestra fe en las acciones concretas y en nuestros deberes, según la vocación de cada uno. Y, por otra parte, es fundamental que lo hagamos partiendo de la meditación de la Palabra de Dios y de lo que el Espíritu sugiera a nuestro corazón.

Para ello importa reservar momentos de silencio, de oración, para entrar en relación con Dios: dar espacio al silencio, a la escucha del Padre que habla. Para ello, los días de verano pueden ser un buen momento para experimentar qué hermosa e importante es la intimidad con Dios, y cuánto puede ayudarnos a ser más acogedores los unos con los otros.

2) PARA PENSAR

San Francisco de Sales relata que santa Francisca Romana estaba persuadida de que la santidad se encuentra en el camino de los deberes cotidianos. De modo que “un día, mientras rezaba el Oficio de Nuestra Señora, su marido la llamó para un servicio doméstico. Ella dejó su oración y acudió inmediatamente a donde la llamaba su marido. Apenas había vuelto a su Oficio, cuando la llamó de nuevo, y así cuatro veces seguidas. Y cada vez con la misma prontitud abandonó la oración, convencida de que su deber de esposa y ama de casa era más importante que un ejercicio de piedad. Y cuando al fin pudo ponerse en oración, el versículo que había dejado tantas veces por obediencia y comenzado de nuevo tantas veces por devoción, lo encontró escrito en bellos caracteres de oro”.

3) PARA VIVIR

Marta y María nos recuerdan que la escucha y el servicio son dos actitudes complementarias que nos ayudan, en nuestra vida, a estar abiertos a la presencia del Señor, a conciliar descanso y fatiga, silencio y laboriosidad, teniendo como medida la caridad de Jesús, como luz su Palabra y como fuente de fortaleza su gracia.

San Josemaría Escrivá invitaba a ser Marta y María, uniendo la acción a la contemplación, a ser contemplativos en medio del mundo, a buscar la santificación a través de los quehaceres del mundo. Se cuenta de un buen sastre que procuraba santificar su trabajo convirtiéndolo en oración. A la hora de morir, después de recibir los Últimos Sacramentos, pidió una aguja y mostrándola a sus hijos les dijo: “Esta es la llave que me abrirá la puerta del Cielo”.

Aunque cueste esfuerzo el servicio y la escucha con la que un padre y una madre llevan adelante a su familia, o el esfuerzo con el que los hijos corresponden a sus sacrificios; o el esfuerzo por comprenderse al opinar distinto, o perdonarse, sólo así, dice el Papa, es posible construir algo bueno en la vida.

José Martínez Colín es sacerdote, ingeniero (UNAM) y doctor en Filosofía (Universidad de Navarra). (articulosdog@gmail.com)

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