Paciencia estratégica es la marca de China
El enfrentamiento Estados Unidos-China subirá de tono e impactará a la economía mundial mientras Donad Trump siga despachando en la Casa Blanca.

Efecto Multiplicador
El enfrentamiento Estados Unidos-China subirá de tono e impactará a la economía mundial mientras Donad Trump siga despachando en la Casa Blanca.
El contrincante elegido por el republicano no es cualquier cosa y ello anticipa que las hostilidades entre ambas potencias van para largo por lo que las turbulencias seguirán presentes.
De acuerdo con Herny Kissinger (1923-2023), quien fuera un destacado diplomático, politólogo, asesor en seguridad nacional y secretario de Estado de los Estados Unidos, China piensa en siglos, no en décadas.
La visión estratégica del gigante asiático, puntualiza Kissinger en su libro “On China” publicado en el año 2011, es mucho más paciente que la occidental.
Los chinos, subraya el ex consejero de Seguridad Nacional de EU en las administraciones de Richard Nixon y Gerald Ford, no buscan la dominación global aunque sí proyectan tener un lugar destacado en el orden mundial.
Además, la nación que encabeza Xi Jinping, prefiere más la diplomacia que la guerra, pero están dispuestos a usar la fuerza si se vulnera su soberanía.
Según Kissinger, Estados Unidos y China pueden coexistir bajo reglas claras y entendimiento mutuo, sin embargo, la actual coyuntura enseña de todo menos que estemos cerca de que Trump y Jinping se estrechen la mano.
Las opiniones de Kissinger tienen gran peso incluso después de muerto entre los grandes líderes del mundo. El ex funcionario federal es conocido por su papel central en la diplomacia de la ‘Guerra Fría’, su visión realista de las relaciones internacionales y por ser un arquitecto del orden geopolítico global posterior a 1945 (cuando concluyó la Segunda Guerra Mundial).
Kissinger nació en Alemania (su origen fue judío-alemán) y se nacionalizó estadounidense en 1938 cuando su familia llegó a la Unión Americana huyendo del nazismo.
En su libro “On China” el férreo y efectivo canciller estadounidense, habla del histórico acercamiento -que él organizó- de Nixon con Mao Zedong.
Del 21 al 28 de febrero de 1972, Nixon, visitó Pekín, capital de la República Popular China (RPC) después de 25 años sin vínculos diplomáticos oficiales entre ambos países.
Después de este encuentro, EU obtuvo más influencia sobre las relaciones con la Unión de Repúblicas Socialistas Soviética (URSS), tras la ruptura chino-soviética.
A pesar de las diferencias ideológicas, los dos países cooperaron estratégicamente frente a la URSS, marcando un punto de inflexión en la Guerra Fría.
Kissinger sostuvo que la competencia entre ambas potencias es natural y estructural, pero no necesariamente debe llevar a una confrontación militar.
Por lo mismo propuso un enfoque de coexistencia estratégica basada en respeto mutuo, no en imposición y sugirió que Estados Unidos debe entender la lógica y las sensibilidades chinas para evitar malentendidos peligrosos. Por el bien del mundo, Trump y su gabinete deberían leer la basta producción de libros de Kissinger, empezando por “On China”, sin dejar de lado: “Diplomacy”, “World Order” y “Leadership”.
MÉXICO SE HACE DAÑO SOLO
No obstante las complicaciones externas, en nuestro País nos ponemos obstáculos que desalientan la expansión de la actividad productiva y por ende el crecimiento de la economía nacional.
Las cosas se tornan complicadas en el plano internacional y el Gobierno mexicano le agrega a la economía más complicaciones con la “muy democrática” reforma judicial.
Hacia afuera la guerra de los aranceles hace de las suyas y hacia adentro la desconfianza crece por la incertidumbre jurídica que impacta en el estado de Derecho.
Por tal motivo, economistas y líderes del sector privado consideran que la inversión en el País continuará deprimida hasta que la nueva estructura del Poder Judicial -derivada de la reforma- compruebe su independencia y credibilidad en sus decisiones, algo que tardaría al menos dos años.
Según analistas, las cortes actuales contaban con cierta credibilidad a pesar de sus limitaciones, pero los nuevos juzgados tienen que construir su credibilidad propia, muchos de ellos empezando prácticamente de cero.
Por el tiempo que toman varios juicios, esta credibilidad se irá construyendo en los siguientes 24 meses; si se llegan a materializar los temores de falta de independencia de los nuevos juzgadores, la inversión difícilmente se recuperará.
En suma, el crecimiento de la economía en el corto y mediano plazo dependerá principalmente de la implementación de la reforma judicial, que tuvo una participación ciudadana muy baja.
La renegociación del T-MEC es otro de los factores que inhibirían el crecimiento de la economía. No por nada los pronósticos del PIB mexicano se han ajustado a nivel de piso.
Javier Villegas Orpinela es presidente del Colegio de Economistas de Sonora, director de Correo y Telegrama y profesor en el Departamento de Economía Unison.
jvillegas@correorevista.com
Twitter: @JvillegasJavier
Facebook: Javier Villegas Orpinela
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