El dólar es fuerte a pesar de Trump
Estados Unidos es una nación con una alta productividad, con instituciones sólidas y con mercados amplios y diversificados.

Efecto Multiplicador
Aunque la guerra arancelaria de Donald Trump inquieta a medio mundo, la fortaleza del dólar es elocuente debido a que es la moneda que domina el comercio y las finanzas globales.
Estados Unidos es una nación con una alta productividad, con instituciones sólidas y con mercados amplios y diversificados.
Las empresas más grandes y tecnológicamente más avanzadas del mundo (Apple, Microsoft, Amazon, Meta Platforms y Alphabet -la matriz de Google-), operan bajo el sistema económico estadounidense.
Estas cinco gigantes vendieron unos 450 mil millones de dólares durante el primer trimestre de este año (superan anualmente el PIB nominal de México que es de 1.79 trillones de dólares).
La fortaleza de la moneda estadounidense es evidente y por ello dominan las reservas internacionales en el planeta. Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), más del 60% de los depósitos mundiales de divisas están denominadas precisamente en dólares. Nada más el Banco de México detenta a la fecha unas reservas cercanas a los 240 mil millones de dólares.
Es una realidad que los bancos centrales (como Banxico) confían en el dólar como activo seguro por su liquidez e histórica estabilidad.
También los inversionistas le apuestan más al billete verde; durante las crisis globales su refugio preferido es el dólar.
Consecuentemente la influencia de la Reserva Federal (FED) indiscutible.
Desde la oficina presidencial de esa institución, que encabeza Jerome Powell, se diseña la política monetaria la cual la siguen ‘religiosamente’ todos los bancos centrales del planeta.
Las decisiones de la FED sobre tasas de interés impactan el valor del dólar y a las economías emergentes. Su controlada emisión monetaria le permite sostener el valor de su moneda sin sorpresas inflacionarias.
Además, el mercado financiero estadounidense es líquido y profundo.
La liquidez tiene que ver con la capacidad de comprar o vender activos de forma rápida, fácil y sin alterar significativamente su precio.
La profundidad del mercado se refiere a la variedad y volumen de activos disponibles, así como a la existencia de múltiples niveles de órdenes de compra y venta en todos los rangos de precios.
Por si fuera poco, el mercado de bonos del Tesoro es el más líquido y grande del mundo.
Los inversionistas institucionales (fondos, aseguradoras, bancos centrales, etc.), prefieren el dólar porque pueden comprar y vender sin restricciones.
Otro factor que respalda al dólar es el tamaño de la economía estadounidense que significa poco más de la cuarta parte del PIB mundial. El valor de la economía de EU es de 27.7 trillones de dólares mientras que el global es de 104 trillones, de acuerdo al Banco Mundial.
En las ventas mundiales también sobresale la Unión Americana puesto que el 80% de las transacciones internacionales se concretan en dólares. Los energéticos -petróleo y gas-, así como los minerales y los alimentos se negocian teniendo de por medio a la divisa norteamericana.
En el soporte del dólar también juegan factores extra-económicos.
El poder militar y geopolítico le confieren al dólar influencia global y una sólida estabilidad.
Países que han desafiado el dominio del dólar, como Irán o Rusia, enfrentan sanciones financieras que refuerzan el sistema dólar (por ejemplo, la exclusión del esquema Swift).
Este esquema que quiere decir “Sociedad para las Telecomunicaciones Financieras Interbancarias Mundiales”, es una red de mensajería global que autoriza a las instituciones financieras a intercambiar información y realizar transacciones.
¿Desde cuándo el dólar marca la pauta monetaria en el mundo?
Desde la conclusión de la Segunda Guerra Mundial. En 1944 se pone en marcha el sistema Bretton Woods: Un acuerdo monetario internacional que estableció un sistema de tipos de cambio fijos y un patrón de cambio-oro. La idea fue promover la estabilidad económica y facilitar el comercio internacional en un mundo devastado.
En 1971 se abandonó el patrón oro, sin embargo, el dólar se mantiene como estándar de valor y medio de pago global.
En suma, el dólar sigue siendo la moneda dominante aunque su hegemonía comienza a mostrar signos de desgaste.
Las sanciones unilaterales de EU (contra Irán o Rusia), han incentivado a varios países a buscar alternativas al sistema Swift y a desdolarizar sus reservas.
A corto y mediano plazo, el dólar seguirá liderando. Pero a largo plazo, su importancia podría diluirse con la coexistencia de varias monedas de referencia: El euro como líder regional en Europa y África, el yuan chino con creciente influencia en Asia, África y América Latina, entre otras. A EU ‘le están creciendo los enanos’.
Javier Villegas Orpinela es presidente del Colegio de Economistas de Sonora, director de Correo y Telegrama y profesor en el Departamento de Economía Unison.
jvillegas@correorevista.com
Twitter: @JvillegasJavier
Facebook: Javier Villegas Orpinela
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