Deja el debate ‘un mal sabor’
En el primer debate presidencial, que de debate tuvo muy poco, las acusaciones de corrupción estuvieron al por mayor, sobre todo de Claudia Sheinbaum contra Xóchitl Gálvez y viceversa, lo cual era de esperarse.
Efecto Multiplicador
En el primer debate presidencial, que de debate tuvo muy poco, las acusaciones de corrupción estuvieron al por mayor, sobre todo de Claudia Sheinbaum contra Xóchitl Gálvez y viceversa, lo cual era de esperarse.
Sin embargo, el formato del encuentro que debe ser sobre todo de confrontación de ideas, estuvo lejos de alcanzar tal objetivo, pues las evidencias indican que dejó ‘un mal sabor de boca’ entre quienes se apostaron frente al televisor por espacio de dos horas.
Quedó claro que el esquema avalado por el INE no fomentó el debate directo entre los candidatos al impedirles que presentaran sus argumentos, contrastaran sus posiciones y refutaran las afirmaciones de sus oponentes de manera respetuosa y fundamentada.
Como es sabido, un buen debate presidencial es crucial para que los votantes puedan tomar decisiones informadas sobre quién debería ser su próximo líder.
En el ejercicio de este domingo, las preguntas sobraron y algunas de ellas se reciclaron.
En este entorno, Jorge Álvarez Máynez, abanderado de Movimiento Ciudadano, se dedicó a administrar sus dos horas de proyección nacional y por tanto a no desaprovechar la oportunidad para congraciarse con el partido en el poder al atizarle más a Xóchitl.
Y lo que se viene haciendo común, tan pronto terminó el encuentro, los equipos de campaña de los presidenciables se apresuraron a sacar sus respectivas encuestas para publicitar a sus candidatos como los ganadores de la contienda.
Un sondeo de Demoscopia Digital reveló que el 64% de la gente vio ganadora a Claudia un 28% a Xóchitl y apenas un 8% a Máynez.
En contraste, un estudio de Massive Caller reportó que el 60.1% de la audiencia consideró a Xóchitl como la ganadora del primer debate, el 34.8% a Claudia y el 5.1% a Máynez.
A la par de estos números, el público más identificado con la candidatura de la alianza Fuerza y Corazón por México (con Xóchitl), no vio tan mal a Máynez y al igual que un porcentaje de los indecisos le dieron el gane al abanderado del partido naranja.
Faltan dos debates del INE que se llevarán a cabo el 28 de este mes y el 19 de mayo; serán a la misma hora que el de antier (a las 7:00 p.m. hora local) y se verificarán en la Ciudad de México.
El formato anunciado por el Instituto es de flexibilidad, lo que consiste en la interacción de candidatos con la participación ciudadana.
Los temas a debatir: La inaguantable inseguridad que azota al País, el reforzamiento de la economía, el añejo tema del combate a la corrupción y sobre todo el rescate de la salud, la educación y a las familias de la siempre dolorosa situación de pobreza.
La política exterior, la migración y medio ambiente también figuran en los tópicos que deben reflexionar los tres candidatos a suceder en el cargo al presidente López Obrador.
Ya va siendo hora que en México la clase política sea realmente competitiva y transparente que abogue por construir desde ya una nación de primer mundo.
Urge por tanto una mayor exigencia de los ciudadanos hacia los políticos para encaminar al País hacia mejores estadios de crecimiento y desarrollo.
TRES DÉCADAS DE DEBATES
A manera de recuento se tiene que los debates televisados entre candidatos presidenciales en México enseñan una historia de apenas tres décadas y en Estados Unidos suman más de seis.
Ciertamente los primeros encuentros de esta naturaleza en el mundo se remontan a principios del siglo XX, pero se popularizaron hasta los años sesenta, gracias a la irrupción de las televisiones.
En México el primer debate fue el que se celebró un jueves 12 de mayo de 1994, entre Ernesto Zedillo, Cuauhtémoc Cárdenas y Diego Fernández de Cevallos.
El segundo se verificó un viernes 26 de mayo del año 2000 teniendo como protagonistas a: Vicente Fox, Francisco Labastida, Manuel Camacho Solís, Porfirio Muñoz Ledo y Gilberto Rincón Gallardo.
El martes 25 de abril del 2006 se produjo el tercer debate al cual por cierto no asistió el candidato puntero AMLO; sus oponentes eran: Felipe Calderón, Roberto Madrazo, Patricia Mercado y Roberto Campa.
En el 2012 fue el cuarto con Enrique Peña Nieto, López Obrador, Josefina Vázquez Mota y Gabriel Quadri.
Y el penúltimo se llevó a cabo el 2018 donde los participantes fueron: López Obrador, Ricardo Anaya, José Antonio Meade, Margarita Zavala y Jaime Rodríguez ‘El Bronco’.
Al final, pocos debates presidenciales han cambiado las tendencias de la votación, ni en México ni en otros lugares. Luego entonces, saque usted sus cuentas.
Javier Villegas Orpinela es Presidente del Colegio de Economistas de Sonora, director de Correo y Telegrama y profesor en el Departamento de Economía Unison.
Twitter: @JvillegasJavier
Facebook: Javier Villegas Orpinela
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